16. Argentina campeón

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Martina tuvo que pasar los últimos días en Qatar completamente sola, manteniendo cierta distancia de los demás para no contagiarlos

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Martina tuvo que pasar los últimos días en Qatar completamente sola, manteniendo cierta distancia de los demás para no contagiarlos. Cami insistió que no pasaba nada, pero de una forma u otra, la periodista no quería que los jugadores de la selección se enfermaran y mucho menos cuando faltaban horas para la gran final. El fútbol era mucho más importante para ella que socializar con los demás.

La faringitis le había durado un poco más de lo que quería, y sin la compañía de sus amigos se hizo eterno. Sonny la visitaba y se quedaba atrás de la puerta, mientras los dos miraban kdramas en sintonía. El coreano generalmente le llevaba comida y hablaban de todo un poco. Generalmente se ponían a criticar a Cristian y hablar de chismes que descubrían del mundo futbolístico. Martina lo confirmaba, Heung-Min era una persona que podía parecer inocente y confiable, pero gracias a él se había enterado de un montón de cosas que no podía repetir en voz alta. No entendía cómo el jugador del Tottenham pudo aguantar por tanto tiempo las cosas que sabía sobre Cristian y Martina.

Por su lado, la historia con Cuti había sido a la distancia. El cordobés quiso escaparse de la concentración y después de que su falsa novia lo hubiera cagado a pedos, entendió que se podía contagiar. Con Cristian se habían dado besos y metido lengua hasta la garganta, era raro que él no se enfermara. Había tenido suerte.
Sin embargo, hoy era la final y sin importar que estuviera un poco afónica y que capaz el virus siguiera en su sistema, hoy jugaba Argentina.

Nada, ni aunque la atropellaran, la iba a hacer perder ese partido que anhelaba ver desde que era chiquita. Había soñado tantas veces con eso, lo había manifestado desde su primer día en el mundial y ahora nada ni nadie lo iba a arruinar. Así que abrió la puerta de la habitación del hotel y después de haber pasado más de un día encerrada, abrió sus brazos.

—Qué linda es la libertad.

Sonny soltó una risita.— Te extrañé, Marti.

Martina no tardó ni dos segundos en darle un abrazo de oso y de colgarse en su cuerpo. Heung-Min volvió a reírse y la recibió gustoso en sus brazos.

Te voy a enfermar, Sonny. Conte me va a matar y me da miedo que me putee.

El director técnico del Tottenham era del tipo de personas que decían las cosas en la cara, buenas y malas.

No me importa enfermarme y no jugar por un tiempo, te extrañaba mucho y necesitaba ver tu cara.

Y yo te extrañaba a vos, Son.— Martina le confesó, dándole un beso en cada cachete, como si fuera un nenito. El coreano no dejó de sonreír y escucharon una tos falsa. Era Camila, que estaba de brazos cruzados y miraba al futbolista como si le hubiera robado a su amiga.

—¿Y no hay ningún abrazo para mí?

—Hay un montón de abrazos para vos, Cami.— Martina soltó a Sonny y se bajó de sus brazos, para acercarse a su mejor amiga. Ella le dejó un montón de besos en la cara.

Gorgeous ✓ ⋆ Cuti RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora