1. Primer encuentro

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5 meses después

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5 meses después.


La alarma del despertador que se reposaba encima del mueble de noche, sonaba estrepitosamente en medio de la penumbra.

Los rayos del sol apenas comenzaban a salir y colarse por las cortinas entre abiertas de la pequeña habitación. Ni siquiera esos rayos podían calentarlo, de lo frío que se sentía estar ahí.

Que frío se siente su hogar, cuando su cachorro no está.

Cuando no puede escuchar sus quejidos desde la otra habitación.

Cuando no puede escuchar sus pequeños pies descalzos correr por la casa.

Cuando no puede sentir su peso al momento de subir a su cama.

Cuando no puede escuchar su hermosa risa junto con su voz.

Cuando no puede sentir sus pequeños labios besar su mejilla.

Era demasiado tortuoso, el despertar así. El tener que abrir sus ojos y que lo primero que vea sea su cachorro. El tener que obligarse a sí mismo a levantarse, porque siente que su verdadero motivo de seguir adelante, de seguir viviendo, ni siquiera duerme bajo su mismo techo desde hace poco más de cinco meses.

Han sido los cinco meses mas largos y tortuosos de su vida.

No creyó que los días cada vez se volvieran más lentos, recordándole lo tan miserable que era su vida.

Lo miserable que es cuando Myeong no está a su lado.

El sonido del despertador en el reloj digital que se posaba, se volvió tortuoso, parecía que le martillaba la cabeza. El cerebro lo sentía explotar en la terrible jaqueca que le dio durante casi toda la noche, junto con sus ojos rojos por haber llorado lo que pareció haber sido en minutos interminables.

Al quedarse sentado en su cama, y luego levantarse de golpe, tuvo que sostenerse de su pared al sentir el mareo que le produjo el haberse levantado demasiado rápido; llevándose su mano a la cabeza, soltando gruñidos bajos, mientras apretaba la mandíbula.

Se dirigió hacia su cuarto de baño, donde se deshizo del pijama y la ropa interior antes de entrar al manto de agua fría que caía de la regadera. No sentía que tuviera más lágrimas que llorar, pues todas las había llorado en la noche.

A pesar de eso, sus ojos hinchados, ya se sentían demasiado cansados y secos, pero, aun así, estos produjeron más y más lágrimas.

Al terminar de tallar todo su cuerpo y enjuagarlo, salió de la regadera, tomando una toalla para poder secarse antes de colocarse la bata para poder cubrirse, antes de que el frío lo inunde más de lo que ya estaba.

Aunque, eso era de sus menores preocupaciones.

Cuando se colocó un bóxer y luego procedió a colocarse crema por todo el cuerpo.

𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐒𝐎 𝐃𝐄 𝐉𝐄𝐎𝐍 𝐉𝐔𝐍𝐆𝐊𝐎𝐎𝐊 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora