"¿Me está diciendo que es juez y no va a ayudarme?"
"Te estoy diciendo que esta no es la manera de ganar el juicio por tu cachorro."
"¿Incluso si le estoy ofreciendo mi propio cuerpo a cambio?"
"Vaya a casa, señor Jeon. Piense mejor lo que está haci...
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— ¿Qué estuviste haciendo anoche? — preguntó el alfa con ojos brillosos.
Por un momento, Jungkook sintió como si el oxígeno le comenzara a faltar a sus pulmones y su corazón comenzaba a latir con más fuerza.
— Respóndeme, omega — usó su voz de mando.
Y, aunque el omega pelinegro llevara bastantes años sin que esa vieja marca estuviera abierta y sin un lazo conectándolo con el que hace tiempo llamó su alfa, no pudo evitar sentir un escozor quemarle desde la espina dorsal hasta la punta de la nuca.
La voz de mando de un alfa, siempre iba a someter un omega. No importaba que.
A menos que, ese omega esté ya unido a otro alfa mediante una marca en su cuello, las demás voces no representarían ningún efecto peligroso en él.
Sin una marca, tanto Jungkook como cualquier omega que no porten una marca, estaban a merced de alfas abusadores de su voz de mando como lo eran Kim Namjoon, sin nada ni nadie que los protegiera.
Ni siquiera por sí mismos.
A menos que hubiera un alfa que...
— Papá — interrumpió la pequeña Myeong, yendo rápidamente a abrazar a su padre omega por las piernas.
La voz sometió a Jungkook a tal grado que lo hicieron arrodillarse, pero el omega aprovechó aquella debilidad para sujetar a Myeong y abrazarla con todas sus fuerzas que le quedaban, con cuidado de no aplastarla.
Apretó a su hija contra su pecho y ella rió al sentir cosquillas con el cabello de su padre.
Cuando el omega pudo reincorporarse por completo, se enderezó, con Myeong en brazos.
Ella le abrazó por el cuello y escondió su rostro en su pecho, sintiendo que la nariz le picaba debido al aroma extraño que detectó en la ropa de su padre, sin embargo, no dijo nada.
— ¿Estás cansada, amor? — preguntó en un susurro.
— Ayer fue noche de películas — respondió en un bostezo — Dormí más tarde de mi hora de dormir... ¿Estás enojado?
— Oh, claro que no — sintió las ganas de llorar, pero se contuvo antes de hacerlo — Claro que no.
— Okey — soltó otro bostezo — ¿Podemos ir a dormir?
— Claro que sí, mi amor.
— ¿Pueden papá y tú darme las buenas noches?
Jungkook iba a negarse de inmediato, inventando alguna excusa para no dejar pasar a Namjoon a su casa, pero el alfa se le adelantó, poniendo una mano encima de su hombro, sintiéndose estremecer cuando sintió como los dedos de su mano comenzaba a apretar su piel en un intento de sometimiento.
