Secuestrada con Shesshomaru (Shesshome)

nuestro pasado

una noche por fin logré escapar de mi habitación, mientras me escabullía por los pasillos, escuche a Jacken hablar con Sesshomaru

—Amo bonito, por cuánto tiempo tendrá a esa humana encerrada en este palacio —Shesshomaru frunció el entre cejo y permaneció callado mientras elegía unas telas de colores tenues y brillantes

—Jacken —Murmuró Sheshomaru a lo que Jacken se paralizó —Quiero que vayas al oeste y traigas consigo la flor del despertar, posiblemente con eso en esta vida pueda salvarnos —su mirada de nuevo era cabizbaja y Jacken sin parpadear salió corriendo por la puerta del palacio mostrándome la salida

Aunque mi yo interior quería permanecer y quedarme con Shesshomaru para siempre, la maldición de Naraku sobre mi cuerpo me hacía hacer lo contrario, si esa flor existiera realmente por fin seríamos felices, pero mi cuerpo me obligó a caminar hasta la salida para huir lejos de él.

Cuando era noche, camine entre los pasillos de manera sigilosa y entre el camino hacia la salida pase por su habitación, estaba sobre su pecho profundamente dormido, a pesar de su expresión de tristeza parecía descansar como cualquier humano tranquilo.

Más allá de la maldición, mi cuerpo tomó el coraje y de entre a sus aposentos, al principio creí que era mi amor por el lo que había triunfado y que él deseó de Naraku se había acabado, pero entonces mi mano siguió su rumbo hacia una orquídea que había en mi cabello con una puntiaguda navaja al final del sujetador de cabello, trague grueso, lloré por dentro pero no podía impedir esta tragedia, intente gritar su nombre pero mi mano bajo tan rápido directo hacia su garganta.

Sus reflejos fueron rápidos y cuando sus ojos se abrieron se encontraron con los míos, con su brazo sostenía mi mano que impedía que le introdujera aquella navaja en su garganta.

Déjame mostrarte nuestro pasado —Murmuró empujando con fuerza la navaja lejos de nosotros dos, cuando luche por huir de él me tomó de las muñecas y ente gemidos y suspiros agitados me besó.

Fue un beso brusco porque mi cuerpo no quería que eso pasara, pero por dentro lo anhelaba, entonces recordé lo que entre shesshomaru y yo había pasado.

La primera vez que nos vimos, en otro universo paralelo, no fue el pozo de los huesos secos, está dimensión era una entre cientos en que nos volvíamos a encontrar, porque ya nos conocíamos desde antes y en todas las dimensiones y universos paralelos nos amábamos porque...

Sabía que habíamos nacido para estar juntos.