Capítulo 23

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Adriel

<<¿Alguna vez han sentido esa sensación que nada va bien, que algo malo va a pasar?>>

Pues es algo que lo siento en días como esto, días que paso dando vuelva en la cama porque sé que algo malo va a pasar y no sé qué es.

Ayer fue luna roja, cada vez que hay una es como si subconsciente me quisiera decir algo, pero no sabe cómo decirlo. Día como ayer, solo hacen que de vuelta y vuelta en la cama preguntándome por qué no me gustan los eclipses.

Por eso no dejo de mover mi pierna una y otra vez cuando los nervios me atacan, y vuelvo a presionar play en la laptop.

La cámara de seguridad que coloque en mi apartamento ese día que le dije a Fisher que lo hiciera por seguridad, que no le dijera a nadie ayudo un poco.

Porque observo en la hora, como hace tres horas una figura de una mujer entro a mi apartamento, las cámaras no enfocan bien su rostro porque trae una gorra. Pero el pelo suelto oscuro se ve y su cuerpo menudo, veo como implanta la bomba en la sala y se mete en la habitación de Malika, sale y se mete en donde se quedaba mi amigo y vuelve a salir, yéndose por la mía, pero parece que buscara algo, pero no encuentra nada porque vuelve a meterse en la de Malika.

<<¿Qué busca?>>

Pienso mientras sigo observando el video, es la más cercana a mi habitación, presiono adelantar y se ve cuando llego, no le toma tres minutos cuando se para frente de mi puerta y ahí es cuando dispara, pero yo soy más veloz. Ella intenta cubrirse con la pared, pero algo detiene que ella se lance hacia mí cuando ve un pequeño destello en la ventana del pasillo a la calle donde su mirada se enfoca, así que opta por salir corriendo y detonar la bomba.

Hasta ahí llega los videos de la cámara, porque la bomba los daños.

Con lo que me pagaron de los daños por el incendio y los ahorros que tenía de mi trabajo, tuve que volver a comprarme otro apartamento que fuera digno de mí. Ya que el otro no tenía remedio, Theo fue a recuperar algunas de mis cosas y ahora Taylor me ayudaba a desempacar.

Era uno pequeño, para soltero. Tenía dos habitaciones, pero esa la iba a utilizar como mi gimnasio, aunque Theo me dijo que podía dejarlo como habitación de huéspedes por si venía otra vez a la ciudad, pero le dije que si venía que durmiera en mi sofá o se pagara un hotel porque dinero tenía de sobra. Tenía unos pequeños sofás negros a juego con la mesita del centro, las paredes estaban pintadas de blancos pero Taylor prefiero pintarla de marfil, no quise opinar mucho porque sabía que los colores y la decoración no va conmigo.

El apartamento estaba en un barrio muy bonito, era como un conjunto residencial porque si te asomaba por la ventana veías un pequeño parque y lo que hizo que lo comprará fue que la vista de mi habitación era preciosa porque a pesar de que había poquitas casas al final se podía ver el mar.

Ósea que no estaba lejos de la playa.

— En la mesita de noche deje tú medicamentos y las indicaciones del doctor, en la nevera deje mucha comida, espero que no deje que se dañe porque te vengo y te jalo por las orejas.—Taylor aparece ante mí y cierro la pantalla de la laptop que tenía en mi pierna.

— Gracias, sabe que disfruto tu comida.—ella se va hacia el perchero recogiendo sus cosas.

— Yo no sé qué sería tu vida sin mí.

—Una vida de desorden.

— Eso no lo dudo... ah Adriel antes que se me olvide.—la miro y ella trae un sobre en la mano, lo sostengo y dice urgente.—Lo encontré hoy en la correspondencia de tu viejo apartamento cuando fui con Theo.

El Crimen Imperfecto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora