Mantiene las manos cruzadas frente a él, con las rodillas separadas, mientras se sienta en el costoso sillón gris de la sala de espera. Mira a su alrededor, admirando los colores apagados, las paredes texturizadas, los demás muebles caros. Tiene sentido: esta sesión le estaba costando una fortuna.
Pero lo que realmente le llama la atención es la pintura en la pared frente a él. Es una pintura de un paisaje que representa una estancia, puede distinguirse fácilmente como argentina, hay un árbol en primer plano y un sulky rojo en el fondo. Parece el tipo de lugar donde él encajaría perfecto.
Mira la pintura durante mucho tiempo, haciendo hincapié en los pequeños detalles: las flores en el pasto, el verde de las hojas del árbol, las pequeñas manchas que oxidan al sulky.
"¿Damián Rodriguez?"
Salta ante el sonido de su nombre, girando la cabeza hacia la puerta. Una mujer se encuentra en la puerta ahora abierta, parece de su edad, delgada y atractiva, con anteojos oscuros sobre la nariz.
Ir a un psiquiatra fue idea de su cuñada, después de que chocó el auto hace dos semanas y admitió de mala gana ante ella y Alejandro que se había desmayado por un segundo y había perdido el control del vehículo.
Todavía no está convencido de que sea una buena idea. Rebuscar en el cerebro de la gente, culpando de todo a sus padres. A él le parece una pelotudes.
-Es Martinez, en realidad- la corrige, mientras entra y toma asiento en el sillón más cercano a la puerta. -Y prefiero Emi, o Dibu, en lo posible-
-Ah, bueno- dice la psiquiatra, tomando asiento frente a él, en el otro extremo de la alfombra en el centro de la habitación.
-Disculpeme-Su oficina es como la sala de espera: colores apagados, decoración costosa, un ambiente de mediados de siglo. Ella también se ve cara, con una pollera negra de vestir y una remera de raso color crema, con el pelo oscuro recogido.
-Soy la doctora Artigas- dice, y Emiliano la observa mientras cruza una pierna sobre la otra, con los ojos recorriendo la pantorrilla hasta el tacón negro. -Según lo que me dijo su médico ¿se derrumbó detrás del volante de su auto y no pudo respirar? ¿Lo más probable es un ataque de pánico, sabe?-
Él se eriza con ese término.
-Bueno, todas las pruebas de sangre y cerebro dieron negativas, por lo que dijeron que fue un ataque de pánico-
-¿No está de acuerdo en que tuvo un ataque de pánico?-
Se encoge de hombros.
-¿Cómo se siente ahora?-
-¿Ahora? Bien. Estoy de vuelta en el trabajo-
-¿En qué línea de trabajo está?-
-Digamosle, actor, un extra en realidad-
La doctora Artigas tiene una cara de póquer que podría competir con algunos de sus compañeros del club más cercanos.
-Emiliano, dejeme aclararle algunas reglas éticas básicas- dice ella. -Lo que me diga acá, cae bajo la confidencialidad médico-paciente. Por supuesto, si confiesa un asesinato o me dijera que lastimará a alguien, tendría que alertar a las autoridades. Pero cualquier otra cosa que diga, se queda entre estas cuatro paredes.-
Se remueve en su asiento, cruza las manos frente a él.
-Está bien-, responde. -Entiendo.-
-¿Puede pensar en algún evento reciente que podría haberlo llevado al ataque de pánico?- ella pregunta -¿Experimentó recientemente algo traumático o algo que haya tenido un impacto significativo en usted?-
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《La Doctora || Dibu Martinez》
RomanceEl arquero del Aston Villa comienza a ver a una psiquiatra de quien eventualmente, se enamora. _ _ _ (Portada en edición)