__ ¡Oh por Dios! –La Exclamaciones no se hacen esperar…
A medida que entro en la gran sala de Eventos, donde se celebra la presentación de las nuevas jóvenes ante la sociedad, todos en el lugar se me quedan viendo, algunos rostros reflejan asombro, espantos, miradas juzgadoras y el de ciertos caballeros de deseo… doy una pequeña sonrisa coqueta sin importarme las miradas sobre mí.
Asistir a mi primera presentación ante la sociedad vestida de negro, que me queda pegado al cuerpo resaltando mi figura, con un pronunciado escote que deja mis pechos expuestos y con maquillaje provocador, no sería la mejor opción para una jovencita que busca un compañero o alianza matrimonial, además, tengo 19 años, un edad tardía para realizar mi presentación.
Pero todos estos factores son provechosos para mí.
Evitaré casarme a toda costa, incluso si debo poner en riesgo mi reputación.
A pesar de la mirada asesina de mi tío, me acerco a un camarero y cojo 2 copas de vino, veo a mi tío furioso queriendo detenerme pero su sensata esposa lo detiene, mi prima Leila, se ríe encantada de mi travesura, pero para mí, esto es más importante, de esta noche dependerá mi futuro.
Y lo cierto es que tengo todo a mi favor, después de todo ¿Quién querría casarse con la hija de una mujer que fue reconocida por practicar actos lascivos con sus sirvientas y de haber sido acusada de la muerte de su esposo? Mi madre era temida, una cortesana que logro casarse con el Barón de Dulphe, al morir el viejo Barón, ni mi tío como heredero por ser el único hermano de mi padre, pudo enfrentarse a mi madre, ella se quedo con todo. Madre era feroz, caprichosa, pecaminosa y asesina ¿Qué podrían esperar de su bastarda?
Es una lástima que madre fuera mortal, al final, cuando tenía 10 años, mi madre, conocida como la Baronesa Sangrienta, falleció. Mi tío se vino con su familia y se apodero de la propiedad y quede bajo su tutela, pero aunque no podía heredar el titulo ni las propiedades de mi padre por ser mujer, mi madre aseguro mi futuro “Cuando mi hija Amelia cumpla la edad de 20 años, heredera una dote” el problema es… que si me caso antes de poder recibir mi herencia, mi dote pasara a ser propiedad de mi esposo.
¡Maldita sociedad!
Tomo una copa completa sin importarme el ardor.
Cuando estoy por mi segunda copa, Un joven caballero se acerca interrumpiendo mi soledad, luce un poco nervioso pero posee una mirada decidida, extiende su mano hacia mí.
__Disculpe señorita Dulphe ¿Me permitiría bailar con usted una pieza de baile? —Me pregunta.
Sonrió con altanería y llevo la copa cerca de mis labios.
__Lamento mi señor pero tendré que declinar, realmente odio bailar.
El chico se va desanimado y al poco tiempo llega otro joven, después otro y otro, por más que los rechace y la reputación que me precede, aun existen idiotas que creen que pueden dominarme, no es por amor, me ven como un trofeo.
Veo a mi tío hablando con algunos hombres mayores, uno me ve y se lame sus labios causándome una sensación de desagrado.
__Amelia, deberías aceptar cualquier muchacho que sea valiente y pida tu mano, sino, es posible que seas vendida a un viejo con fetiches tan raros como los que tenía tu madre, o peor aún, termines siendo una Cortesana.
Miro de reojo a la joven que se ha puesto a mi lado, Diana Frischer, hija de un Duque muy poderoso, su estatus social es superior al mio, desde su debut, ha tenido la mejor calidad de pretendientes, todos jóvenes con excelentes historial familiar y títulos honorables. Pero aún teniendo todas esas ventajas, por alguna extraña razón sigue molestándome con frecuencia.
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El Duque Demente
RomanceCuando Amelia se le informa que se tiene que casar con El Duque de Berguiana decide escaparse de su familia. Un hombre conocido por tener gustos lujuriosos muy escándalosos y vivir una vida llena de divertinaje, además de ser codiciado por muchas mu...