Cadenas de Herencia |Neji y Kikyō

Capítulo 13

Después de haber escuchado aquel nombre Kikyo estaba ligeramente en shock, pero volvió a la realidad cuando el sujeto volvió a hablar.

—Ya te lo dije, ahora quítame estás asquerosas flechas—exigió el ninja que había sido herido por Kikyo.

La pelinegra entonces quitó las flechas de los sujetos, los otros dos aún vivían, pero si no los trataban rápido, morirían. Sin embargo, el que había hablado tomó a los dos y se los llevó tan rápido como sus piernas podían. Kikyo los dejó ir.

—Esos dos no van a sobrevivir... lo sabes ¿no?—comentó el azabache viendo cómo se iban.

—Ellos intentaron matarme varias veces. Fui gentil—habló la pelinegra mientras limpiaba sus flechas que estaban cubiertas del líquido rojo.

El azabache quería hacerle todas las preguntas que tenía en su mente, pero la mirada y expresión de la pelinegra simplemente le decían que no era un buen momento. A pesar de eso, se sorprendió cuando de su boca salió una palabra, en un susurro.

—Discúlpame—habló entre dientes mientras miraba a la pelinegra

—¿Qué dijiste? Lo siento, no te escuché—dijo la pelinegra al percibir la voz del azabache, sacándola de sus pensamientos.

—Nada—respondió él empezando a caminar.

Kikyo no insistió y siguió el camino al lado de Sasuke. Mientras ambos pensaban en las palabras del ninja renegado.

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En Konoha Neji se encontraba apartado de la villa, ya había terminado de entrenar, aquel día al igual que los anteriores, resultaba sumamente largo.

A pesar que su ánimo todavía estaba decaído, al menos ya empezaba a aceptar su situación. Sin embargo, la idea de seis meses sin hacer misiones, eran demasiado para él, solo había pasado una semana de la ida de Kikyo y se le había hecho una eternidad, se preguntaba cómo aguantaría tanto.

Decidió volver a la villa, se había dado cuenta que los dos últimos días ya no lo vigilaban permanentemente, lo cual había hecho que se sintiera un poco menos agobiado.

Cuando estuvo suficientemente cerca del sector de los Hyüga reconoció a su prima Hinata, la cual al verlo se dirigió rápidamente hacia él, tomándolo del brazo.

—Neji-nissan debemos hablar, está vez no te vas a escapar—le decía la Hyüga mientras se lo llevaba a la fuerza.

Neji estaba sorprendido por la actitud de su prima. Ya que ella nunca actuaba de esa manera.

—Está bien, pero por favor, suéltame—recalcó él ya que no había ninguna necesidad de obligarlo.

Hinata suspiró y lo soltó. Se alejaron rápidamente del lugar a uno más apartado. Neji no entendía que sucedía, se empezaba a preocupar.

—Aquí está bien, no hay nadie cerca—aseguró Neji con seriedad.

—Hace unos días he querido hablar contigo, pero siempre estás perdido. – reclamó Hinata.

Neji miró hacia otro lado y se cruzó de brazos.

—¿Y sobre qué quieres hablar?—preguntó finalmente después de unos segundos.

—He roto mi compromiso con Naruto-kun...—reveló Hinata haciendo llamar la atención de su primo con esas palabras, el cual la miraba con incredulidad.

—¿No es una broma?—pregunto Neji con sus ojos blancos expectantes.

—Sabes que no bromearía con algo así—respondió Hinata con mal humor.