—Naraku… ¿Por qué no la vas a buscar? La fecha de mi parto se acerca—habló Shion, la máxima sacerdotisa del país de los demonios. Mientras con una mano acariciaba su panza de gran tamaño—¿Qué quieres que sea una niña o un niño?—miraba su panza con ternura.
Después la mujer de cabello rubio claro y ojos de color lavanda, desplaza sus ojos hacia el hombre de cabellos negros. El cual parecía sumergido en sus pensamientos mientras miraba por el gran ventanal de la habitación, que hacia relucir las vistas de un claro lleno de bosque.
—Naraku, ¡te estoy hablando!—exclamó esta vez molesta por ser ignorada.
—Ella vendrá… estoy seguro—respondió él con pereza, sin mirarla.
—Ya debió haber venido… ¡¡han pasado dos meses!!—replicó la sacerdotisa con mal humor—¿Estás seguro que ella aceptará reemplazarme?..—preguntó ella con preocupación.
—Tendrá que hacerlo, no te preocupes por eso. Estas muy delicada de salud, el embarazo te ha sentado mal—habló él mirándola para tranquilizarla.
—De cualquier manera, tengo muchas ganas de conocerla. Ver si de verdad es una sacerdotisa como tú dices—comentó la sacerdotisa haciendo una mueca de dolor.
—Estoy seguro que se llevarán muy bien—dijo él dando una media sonrisa.
—Todavía no entiendo cómo es que no sabía de ella, mi madre nunca me dijo nada—meditó la sacerdotisa mientras recordaba a su madre.
—Eras muy pequeña—respondió Naraku con sequedad.
—¿Me contarás que fue lo que sucedió? y ¿cómo es que ella no creció aquí conmigo? Y también ¿cómo la conociste?...—preguntó la sacerdotisa haciendo un puchero. Ya que él siempre evadía la conversación.
—Son demasiadas preguntas. Y debes descansar— respondió él, mientras se acercaba a la sacerdotisa y la arropaba con la manta.
—Entonces quédate conmigo…—pidió ella con ojos de ternura.
—No puedo. Descansa—dicho esto, se alejó de ella dejándola sola en la habitación.
Naraku cada vez se impacientaba más, en esos dos meses no había podido acercarse a Kikyo. Aun esperaba que ella saliera de ese lugar. No le gustaba en absoluto que ella estuviera en ese lugar, con esos ninjas, haciendo quien sabe qué cosas. Pero no podía llamar la atención. Debía esperar.
Aun así, su plan estaba saliendo a la perfección y eso lo mantenía de buen humor.
Neji
“Ella está en la guarida de Orochimaru. Si no vas a verla, me quedaré con ella.”
“Si no vas a verla, me quedaré con ella.” “Si no vas a verla, me quedaré con ella.”
“Me quedaré con ella”
Aquellas palabras se repetían una y otra vez en mi mente, aquello no tenía ningún sentido para mí. ¿Qué podía hacer Kikyo con Orochimaru? Y ¿por qué exactamente con él?.. Y ¿por qué Sasuke Uchiha vino exclusivamente a decirme eso? ¿Qué él la conocía más que yo? ¿Qué se quedaría con ella? Aprieto mis puños y mi mandíbula, al recordar sus últimas palabras. ¿No puedes o no quieres?
El Uchiha no sabía nada de ellos, y se atrevió a decir aquello. Mi respiración se había agitado, y me dolía el pecho. Mi cabeza no deja de recordar esas palabras.
¿Acaso Kikyo lo mando a decirme eso? No, ella no haría algo así. Además no tiene sentido, por qué querría que vaya a donde ella, si ella fue quien se fue.
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Cadenas de Herencia |Neji y Kikyō
Fanfic«Cuando el amor busca sobreponerse a las ataduras impuestas por la familia; los clanes, entonces quizá sea posible afirmar que el amor y el valor pueden romper incluso; cadenas de herencia» Kikyo una joven arquera conoce a Neji mientras ésta intenta...