Lazo

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Hoy es mi día de descanso así que tenía que publicar sí o sí.

Espero que les guste porque es un capítulo sobre Hannibal y Will antes de todo este embrollo qué significó el día de la Purga cuando ya están casados y enlazados, quería escribir el cortejo de Hannibal porque Hannibal además de culto y sibarita es un romántico empedernido sin ser cursi o llegar a ser de mal gusto, por el contrario, él es la epítome del romance y la elegancia. Aguardo haber escrito algo digno de semejante personaje.

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William Graham era bastante atractivo para estar cerca de los cuarenta años. Inteligente, sagaz e irónico. Estaba en forma, con ojeras y el principio de algunas arrugas en ojos y frente, también algo descuidado en su apariencia, sin embargo indudablemente bien parecido. No había hombre o mujer que lo pudiera negar pese a verse parco, serio e inaccesible.

Y si maduro lucía más que varonil y guapo, de joven, con su uniforme de oficial de policía y los rizos más briosos -rebeldes aunque sedosos, y con esos ojos azul cielo… vamos, había sido un espectacular ejemplar de su género.

El fue oficial de policía, patrullero, antes de que el congreso aprobara la ley de La Purga. Nunca estuvo de acuerdo. Esa manera de pensar fue la que lo impulsó a volverse detective para acabar luego en Quantico.

Había hecho carrera cómo perfilador de aquellos criminales qué no fueron aplacados con la nueva ley para evitar homicidios al punto de casi eliminar por completo el asesinato en el país.

De los casos que más lo marcaron hubo uno en específico. El asesinato de una familia entera. Esto porque había sido brutal y con una excelencia soberbia en su ejecución y planeación. Ese fue uno de los casos que no pudo resolver, por eso lo llevaba consigo como una piedra en el costal de los arrepentimientos y lamentaciones.

Por lo demás se trataba de un agente brillante, un buen partido, así que la pregunta que cabía hacerse era ¿Por qué alguien tan atractivo e interesante permanecía soltero todavía?

La respuesta era más que clara pese a no decirse en voz alta.

Will Graham era un hombre inestable.

Tanta hermosura y genio… era un desperdicio que nadie se hubiera atrevido a volverse su pareja. La belleza tiende a ir acompañada sino de estulticia sí de locura y/o pesimismo. Pero eso también podía explicarse: Will era bastante temperamental, hosco e introvertido. No solo un bicho raro solitario. Había llegado a ser agente del FBI gracias a su capacidad de ir más allá de ponerse en los zapatos de los asesinos y criminales que buscaba. Él penetraba en su piel siendo casi capaz de vivir él mismo los asesinatos cometidos.

Su mente era un sitio fascinante -digno de estudio; pero aquel bosque enmarañado, misterioso y pantanoso que ocupaba el interior de su cráneo lo sumía constantemente en reclusión, ansiedad y temor.

En su vida no había tenido una relación cercana con nadie salvo en el ámbito laboral.

En ese aspecto el agente especial en jefe de la BAU: la Unidad de Análisis Conductual del FBI, Jack Crawford, era lo más cercano que tenía a un amigo, y quizás a algo llamado familia.

Era una relación de poder en realidad. Jefe y empleado. Con Jack siendo quien tenía el poder y la correa sobre Will, a tal grado incluso -explotando su capacidad de empatía cuando investigaba los casos en los que se veía embutiéndolo-, que a veces sometía a demasiado estrés y presión a su mejor arma contra los asesinos seriales que amenazaban al país. Todo en nombre de la estabilidad y seguridad nacional. Para él el fin justificaba los medios. Lo creyó así demasiado tiempo.

Hubiera sido distinto de ser Will Graham un Alfa, pero los rumores corrían de que en definitiva se trataba de un beta especial para haber llegado tan lejos en el FBI. De su género no se podía saber con exactitud, primero porque es de mala educación preguntar el género verse de una persona si ésta no desea revelarlo (además de estar prohibido al igual que preguntar por su orientación sexual en los formularios de contratación), y segundo porque Will Graham era la antítesis de un libro abierto.

La Purga [AU AOB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora