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— ¡Buenos días, papá!

Harry sonrió y regresó a ver a Emily, quien se encontraba tras él, completamente lista y vestida en su uniforme para la escuela. Ella era la niña de siete años más eficiente que había conocido.

— Buenos días, Em. — regresó el saludo, ajustando su bata de dormir azul y caminando hacia su hija para besarla en sus rizos — ¿Qué deseas para desayunar?

— Tostada, por favor. — ella sugirió. 

Harry asintió caminando hacia la alacena y tomando unos pedazos de pan.

— Creo que tu papi irá a por ti y Katie el día de hoy. — Harry mencionó, el rostro de Emily se encendió mientras sonreía hacia su padre, sonrisa casi idéntica a la del ojiverde (a excepción de los hoyuelos, Katie era quien los había heredado)

— ¿En serio? — ella preguntó con emoción. Harry asintió mirando hacia su hija mayor, sonriéndole.

— Si, hoy trabajaré hasta tarde. — comentó. — al parecer ha habido muchos niños enfermos esta semana.

Emily asintió mientras su papá ponía una tajada de pan en la tostadora. — Sí, cuatro niños no estuvieron en clase el pasado viernes. — ella mencionó mientras Harry alzaba sus cejas, asombrado.

— ¿Cuatro? Eso es bastante. — dijo el ojiverde, Emily asintió mirando hacia su manicure, uñas pintadas de rosa, mientras Harry tomaba un plato para colocar la tostada, hasta que escuchó unos pequeños y débiles pasos bajando de la escalera, señal de que Katie había despertado.

— Katie, cariño. ¿Cómo lograste salir de tu cuna? — Harry preguntó mientras Katie entraba a la cocina, la más pequeña se encogió de hombros sentándose en una silla junto a Emily.

— Trepando las barandas. — ella respondió rascándose los ojos y sosteniendo a su peluche de conejo entre sus brazos. Harry asintió con las cejas encorvadas, tomando una nota mental de llevar a su hija más pequeña a comprar una "cama de niña grande"

El rizado tomó la tostada de Emily agregándole un poco de mermelada para así, entregárselo a su hija. — ¡Gracias — Emily habló, recordando ser educada. Harry sonrió y asintió mientras miraba hacia Katie.

— ¿Y tú, Katie? ¿Qué te gustaría desayunar? — preguntó el ojiverde. La más pequeña miró hacia su peluche de conejo antes de regresar a ver a su papá.

— ¡Daisy y yo queremos fresas! — ella habló, refiriéndose a su conejito de peluche, como si este fuese una persona real. Harry asintió, dejando que su hija coma unos pequeños pedazos de fruta, quería tener una mañana tranquila.

— Muy bien, mientras comas tu almuerzo el día de hoy. — Harry estuvo de acuerdo. — Le preguntaré a la señorita Martínez si lo haces.

Katie asintió casi sin prestarle atención. — Claro, papá. — ella respondió rápidamente, sus ojos azules mirándolo profundamente. El ojiverde sonrió y asintió tomando el envase de frutillas de la refrigeradora junto a un pequeño plato con temática de Blancanieves.

— Apresúrate y come, Emily. — Harry advirtió mientras le pasaba el plato de fresas a Katie. — No puedes perder el bus escolar esta mañana.

Emily afirmó con su cabeza mientras comía los últimos pedazos de tostada y tomaba su mochila de Minnie Mouse que se encontraba sobre la mesa, poniéndola en sus hombros.

— Vamos, Katie. — Harry dijo mientras caminaba tras Emily quien se encontraba dirigiéndose hacia la puerta delantera. — Acompañemos a Emily para que pueda tomar el bus escolar.

daddy cool.  AU! ; larry stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora