cuatro

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— Lou, tengo que hablar contigo — mencionó Harry tembloroso. Louis levantó la vista de su libro de matemáticas, sus cejas se encontraban fruncidas. 

— ¿Ocurre algo, Hazz? — preguntó preocupado.

Harry asintió.

— Uh, sí, en realidad — murmuró Harry.

Louis se enderezó, palmeando el lugar a su lado en la cama. Harry se sentó temblorosamente, inclinándose un poco hacia el ojiazul, giró la cabeza hacia Harry.

— ¿Qué pasa? — Louis preguntó en voz baja. Harry tragó saliva, sin decir nada al principio. Louis miró al chico con la cabeza sobre su hombro. — Vamos, cariño, puedes decirme cualquier cosa.

— Estoy embarazado — dijo Harry en voz baja, con un hilo entrecortado al final. Pudo sentir a Louis tensarse.

— ¿Qué? — susurró el ojiazul. Harry se enderezó mirando así a un Louis inexpresivo.

— E-estoy embarazado — repitió el rizado, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

El ojiazul se giró hacia Harry, inmediatamente limpiando las lágrimas.

— No llores — dijo Louis en voz baja. — No, no, no, está bien. Vamos a superar esto, ¿de acuerdo? — Besó la mano del ojiverde, el miedo en el estómago de Harry esfumándose un poco. — Vamos a hacer esto juntos.

(siete meses después)

— Louis — siseó el rizado, recostándose en el sofá. Louis giró su cabeza para observar a Harry.

— ¿Qué? ¿Qué ocurre? — preguntó preocupado. Harry quería sonreírle debido a lo genuinamente preocupado que se veía Louis, pero el dolor en su gran vientre lo detuvo

— Duele — gimió. Los ojos azules del mayor se abrieron. Puso una mano en el hombro de Harry.

— ¿Es tiempo? — preguntó. El verde encontró al azul, las cejas fruncidas por la preocupación.

— Creo que sí — respondió.

— ¡Mamá! ¡Anne! — gritó el ojiazul levantándose del sofá mientras salía corriendo de la habitación. — ¡Es hora! ¡Es hora!

(...)

— Vamos, bebé, puedes hacerlo — susurró Louis mientras Harry pujaba con todas sus fuerzas de nuevo. — Una vez más y podremos ver a nuestra niña.

Harry respira hondo volviendo a empujar, (es doloroso, obviamente, pero lo está haciendo por Louis y por su niña), inmediatamente se detiene cuando un fuerte grito resonó por toda la habitación.

— Oh, dios mío. — susurró el ojiazul mientras observaba como el médico levantaba a un pequeño bebé entre sus manos.

— ¿Le gustaría al padre cortar el cordón umbilical? — preguntó una de las enfermeras. El castaño asiente tomando un par de tijeras que le entregan, cortando así el cordón exactamente donde ella lo señalaba.

— Solo vamos a limpiarla, ¿de acuerdo? — El médico explicó. Harry echa la cabeza hacia atrás en la almohada con cansancio, sin energía suficiente como para responder.

— Lo hiciste — susurra Louis besando la mejilla sudorosa de Harry. — Estoy tan orgulloso de ti, Hazza.

El rizado sonrió con cansancio, concentrándose únicamente en el hecho de que pronto tendría a su pequeña entre sus brazos.

daddy cool.  AU! ; larry stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora