Historia ubicada después de los acontecimientos del Retumbar. Conoceremos la manera en que Mikasa y Levi retoman sus vidas tanto por separado como juntas eventualmente.
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Esa misma noche Mikasa, Levi y Luka cenaron juntos tranquilamente, mientras la música de fondo se escuchaba en la radio.
Si alguien le hubiera dicho a ambos hace unos años que terminarían juntos luego de todo lo que vivieron en sus vidas, se habrían reído de tales palabras. Aunque en algún momento pudiesen haber tenido algún desacierto entre ellos, terminaron luchando hombro a hombro en favor de la humanidad, en favor de los eldianos y el resto del mundo.
Ahora les tocaba experimentar una nueva etapa de sus vidas. Pues sí, fueron en algún momento los mejores soldados. Los más fuertes, valientes, los más hábiles destajando la nuca de docenas de titanes y acabar hasta con humanos, pero en esta tranquila época de sus vidas se enfrentaban ahora a lo desconocido. Quién diría que detrás de ese hombre loco por la limpieza, de personalidad aparentemente fría e inaccesible se mostraría un lado tan suave y amable al querer a alguien más.
A pesar de que Mikasa compartiera algunos rasgos con Levi en cuanto a su manera de ser, ella podía expresar un poco más su interés y preocupación por otros. Quizás el trabajar en ese orfanato la había ayudado a recuperar un poco de aquella esencia y alegría que había creído perdida, tras la muerte de sus padres. Gracias a la presencia de los Jaeger y los compañeros que fue haciendo en el camino hasta el presente, había podido atesorar buenos momentos y llegar a considerarlos a todos ahora parte de su familia.
A veces aquello que no conocemos como enfrentar, puede generar situaciones de temor o ansiedad por lo que depare el futuro y exactamente así se sentían ambos, aunque no lo declararan directamente. A pesar de la tristeza que les había traído el amar a otros y perderlos, ahora sentían la necesidad de dejarse llevar; expresar lo que ahora crecía en sus corazones el uno por el otro.
- Levi ¿Te quedarás? Puedo prepararte una habitación. - Preguntó Mikasa, mientras se sentaba al lado del capitán.
- Hmm, no lo sé. No quiero molestar.
- No es molestia. Desde aquella vez que dormiste aquí, decidí alistar un cuarto por si volvía a pasar. No me gustaría que volvieras a dormir en ese sillón.
- Ledi... Tengo sueño. - El pequeño Luka ya tenía su ropa de dormir puesta y se aferraba con su mano al pantalón del hombre, luego bostezó adormilado.
- Bueno mocoso, entonces es hora de que te acuestes. - Levi lo cargó y siguió a Mikasa hasta el cuarto del chico. Lo pusieron en su cama y al poco tiempo ya se había quedado dormido.
Unos minutos después, Mikasa había conseguido algunas cosas para Levi y finalmente se despedían por esa noche. - Esto es tan raro. Aún no lo asimilo. - Pensaba la chica de ojos grises.
- Qué duermas bien, Levi.
- Igualmente. Buenas noches. - Aún tímido Levi se acercó a quien ahora era su pareja y le dio un beso. Mikasa respondió a la acción y luego lo abrazó.
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