Historia ubicada después de los acontecimientos del Retumbar. Conoceremos la manera en que Mikasa y Levi retoman sus vidas tanto por separado como juntas eventualmente.
Ninguna imagen usada es de mi propiedad, créditos a sus artistas.
Pasaron unos días hasta que se acercó la fecha de viaje a Mitras, en el orfanato ya tenían todo listo. Al día siguiente partirían de Shiganshina. Mikasa terminaba de preparar sus armas en una pequeña habitación donde pasaría la noche, al finalizar guardó todo y se dispuso a descansar. Habían pasado unos cuantos minutos y aún no lograba conciliar el sueño, no dejaba de imaginar diferentes escenarios sobre los acontecimientos del próximo viaje. Esperaraba que todo fluyera sin inconvenientes.
Cuando menos lo supo, se quedó dormida. Despertó en la madrugada, aún no salía el sol y según el reloj en la pared, eran poco más de las 4. Decidió levantarse y alistarse. A las 6 am partirían.
El agradable aroma del café inundó el área del comedor, mientras entraba saludó a los que se encontraban en la cocina preparando algo de comida para los viajeros. Pasó el tiempo y finalmente una especie de auto más grande apareció en la entrada.
Según lo que escuchó la chica, en Marley eran conocidos como autobús y al parecer ya se usaban en la ciudad real, Mitras. Tenía 20 puestos en total, Mikasa jamás había visto algo parecido, pensó que esa nueva adquisición sería muy útil en Paradis.
Finalmente partieron hacia el cuartel en busca del resto. Mikasa pensó que no había necesidad de llevar otro vehículo. Donde iban sería más que suficiente, por lo que convenció a Levi de que subiera junto a sus hombres al autobús.
Casi a las 9 de la mañana decidieron desayunar, Mikasa sacó de la comida que le habían entregado y compartió con todos. El viaje transcurrió con normalidad. Cerca de las 2 de la tarde, finalmente llegaban a Mitras y tras arribar a donde los esperaba Historia, descansaron durante su reunión.
Hasta ahora el plan marchaba muy bien. Sólo debían aguardar a que los soldados encargados de extraer a los niños de la ciudad subterránea llegaran con ellos hasta ese lugar, ubicado a unos kilómetros de la misma.
Cerca del atardecer, finalmente los hombres llegaron en un par de carretas con 15 niños en total, entre los 7 y 13 años de edad. Habían 9 niñas y 6 niños, todos ellos bajaron de los transportes con recelo. Parecían aún asustados, se notaba lo confundidos que estaban hasta ese momento. El aire fresco del exterior se sentía muy extraño sobre sus pieles. El hecho de ver tanta naturaleza a su alrededor también era impactante, sin contar el imponente cielo pintado de diversos tonos de naranja y azul mientras el sol se ponía, salpicado de estrellas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Historia, Levi, Mikasa y el resto observaban ya afuera como los niños bajaban, mientras algunos soldados se acercaban para informar a la reina todo lo ocurrido. Ellos entraron al lugar; Levi y Mikasa permanecieron en la entrada.
La joven Ackerman notó como uno de los chicos más grandes bajaba con dificultad de una carreta, como si estuviera cargando mucho más peso y no dudó en acercársele.