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"Sol y Luna."

La luna y el sol jamás se encuentran, saben la existencia del otro pero tan solo en el atardecer pueden asomarse ambos para saludar, finalmente el sol tiene que irse y la luna fría con melancolía llora, llora por aquel sentimiento que pareciera ser no correspondido.

Duele tanto como cuando el primer humano llegó  a proclamar sus tierras sin vida. El dolor de saber que era de alguien y no suya como tanto deseaba, le hizo creer que el día en que pudieran verse, todas las promesas hechas en cada atardecer del año serian solo un invento del sol para dejarle tranquila, sin llanto.

[…]

Llegado el día, el eclipse de sol hace su aparición, una hora y media que tenía la luna para renovar sus votos de matrimonio, un matrimonio lejano...que solo sería así para la parte más oscura de nuestra historia.

Si tan solo el sol supiera que esos 20 minutos antes de la separación final son como 20 segundos para la luna quizás aprovecharía de decirle más veces un "te amo hasta el fin de los tiempos".

La llamada del fin cada vez más cerca y la danza de los enamorados no para, cada vez les cuesta más por la lejanía que empezaba a formarse como era de costumbre, igual y algún día podrían estar juntas por siempre.

Pero eso no existe, no aquí, no para estos amantes.

¿Alguna vez escucharon que un "felices por siempre" se hiciera realidad? Yo tampoco, la luna mucho menos, vive en soledad y es incapaz de oír otra voz que no sea la de sol.

Es doloroso, porque cuando el sol se extinguió, cada noche la luna salía sin brillo, ya no estaba su razón de brillar y lloraba desmoronandose todos los días un poco más, llegó un punto en el que estuvo permanentemente en el cielo, en lo mas alto del mismo buscando su razón de seguir aquí, parecía estar sentada deseando ver a quién ya no existe.

[...]

Años pasaron, y la danza en un solo se convirtió, no había luz que ilumine al planeta y todo aquel que habitaba ya no está, igual que el sol.

La luna dando vueltas en aquel último acto miró hacia el Este, con lágrimas en sus ojos y grietas en su cuerpo unas últimas palabras susurró.

"—Nuestro amor eterno a la reencarnación donde podamos estar juntos nos llevará, mon amour, espera por mí".

De la nada su cuerpo empieza a desmoronarse hasta quedar en polvo, si algo nos ha quedado claro es que el amor duele, la lejanía no es un impedimento, pero sí un sueño querer hacerla menos, sea imposible o no...cuando sea demasiado tarde aquella distancia recorrida no valdría la pena, tu otra mitad ya no está, con ello te vuelves un cuerpo sin alma, triste y solo.

De nuestra pequeña gran historia tenemos muchas enseñanzas, pero solo una parece quedar grabada en la mente de cada uno.

Dile cuánto lo amas, demuestra cuánto lo amas, pero jamás des por hecho que sabe que lo amas.

𝚄𝚗 𝚙𝚊𝚜𝚎𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚒 𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora