Xie Lian y Hua Cheng de pronto le agarraron un gusto a cierto juego dentro del templo QianDeng Ya tenía mucho tiempo que Lian había perdido los grilletes, aun así, después de su matrimonio con Cheng sus poderes espirituales estaban disminuidos, sin embargo, jugaba con su marido, solían utilizar en algunas ocasiones el cambio de forma.
Al principio no comprendía al Sr del viento cuando utilizaba el recurso de convertirse en mujer.
Ahora para divertirse entre esposos, solo ellos dos ¿Por qué no? El Dios marcial y el Rey Fantasma solían ser románticos de muchas maneras, el sexo entre ellos era sumamente satisfactorio siendo ellos mismos, pero, quizá, esto fue culpa de Qi ron aquella vez que les grito que él sí había conseguido tener un hijo. A Hua Cheng le encantaba decir que podrían lograrlo. Xie Lian amaba seguirlo. Aunque lo consideraba nada probable. Aun así, se divertía jugando con su pareja, hasta ese día, donde no pudo retornar a su cuerpo original...
El pecho de Xie Lian se pegaba al de Hua Cheng exhalando de forma tan rotunda apretando sus dedos sobre su cintura, un gemido suave surgió acariciando sus labios, las manos de su esposo le quemaron la piel de manera tan violenta.
- Te amo, susurro Hua Cheng cerca de su oído.
Acariciándole con vehemencia y la excitación le golpeo de manera tan fulminante que se le aflojaron las piernas, la humedad de su lengua remplazo la de sus dedos que jugaban con los pezones de sus pequeños pechos, para después pasar a tomar su rostro entre sus manos y besarlo. Por encima del deseo físico había un deseo de unión que corría desbocado y podía sentirse el amor, ambos lo estaban viviendo, fulminante y absoluto. Su sexo palpitaba y el instinto se enardecía, el camino de entrada era diferente al que solían utilizar, por esta vez no tendrían que lubricar la entrada, la entrada de Lian era tan caliente que quemaba y la respiración de Cheng se agitaba cada vez más. Cheng empujo en la entrada y comenzó a moverse en su interior lentamente para mantener su control, el interior se sentía tan suave, pero Lian empezó a apremiarlo moviendo sus caderas con mayor velocidad, suplicante y abrazándolo se fundieron que un instante parecieron una misma persona, los empujes fueron dentro, una y otra vez, hasta llegar a su culminación, cayendo Cheng sobre Lian agotado. Tuvieron que pasar algunos segundos hasta que Cheng fue consiente de los besos de Lian sobre su rostro y hombros al mismo tiempo que noto sus lágrimas.
- ¿Lloras? Le pregunto sin fuerzas.
- La emoción... -Le respondió.
Lian abrió los ojos respiro hondamente se levantó del altar donde habían estado haciendo el amor e intento regresar a su forma original, fue entonces cuando comentó.
- Sang lang, no puedo... no puedo cambiar.
Pensó en su suerte, pero debería ser buena, estaba con él. Además, el grillete de la mala fortuna tenía un largo tiempo de no existir.
De pronto sonó la hermosa carcajada de Hua Cheng, - ja ja ja - y pacientemente se calmó.
- Gege no me hagas bromas, expresó el de ropa escarlata.
- no estoy bromeando. contestó el Dios
- no debo mantener este cuerpo más tiempo.
Y sucedió...
El vientre de Lian comenzó a crecer a una velocidad extraña, ninguno de los dos supo cómo reaccionar, ¿Por qué tan repentino e inmediato? El vientre crecía y crecía, al tiempo que se movía algo en el interior del Dios, quien cubría con su manos su estómago creciente, ante los ojos desorbitados de los dos, sin darles ni un instante de reacción, sin saber qué hacer ante algo tan repentino, Cheng quería ayudar como fuera a su amado gege, pero esto era algo que jamás pasó en lo que recordaba de la historia de los tres reinos. Sus mentes no tuvieron idea de a quien recurrir.
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El origen de nuestros niños
FanficHan pasado los años y el mayor Sueño de Wei Ying es darle hijos a Lan Zhan pero ¿Cómo podría lograrse ese deseo si ambos son Hombres? Talvez necesitamos ayuda de los dioses, o semi dioses o ¿Qué son esos seres sobre naturales? Acompáñame en esta his...