Sweet / Tsireya. ( 𝐀𝐕𝐀𝐓𝐀𝐑 )

09

Amor.

Ambos tomados de la mano mientras sostenian sus particulares sonrisas corrían de un lado al otro, en ese momento eran felices juntos, nadie los molestaba, ni siquiera sus padres, ni sus hermanos, solo eran ellos y nadie más.
Tocaban las flores bioluminicentes como si fuera la primera vez que lo hacían, cazaban juntos y jugaban a las escondidas, el juego que el padre del chico le enseñó desde muy pequeño y era su favorito entre muchos otros.
En aquel momento llevaba trenzas porque se las hacía ella, a él no le gustaban para nada pero la muchacha decia que se veía mejor con ellas, a veces por las noches se las quitaba y al otro día lo retaba.
De igual forma, aunque sonaba lindo, su relación no lo era del todo, ella no aceptaba que sea un guerrero, que se fuera muchos días y cuando volvía solo pasaba poco tiempo a su lado, y aquella salida era uno de esos tiempos del que se quejaba.
Su cuerpo en el piso; recibió una bala en el hombro y gritaba de dolor, la mujer no sabía que hacer y pedía ayuda. El avatar se acercaba a él mientras este se levantaba quejándose del dolor, el desconocido era muchísimo más alto y su arma enorme; apuntaba a la Omaticaya.
Vió su cuerpo en el piso en un abrir y cerrar de ojos, aterrorizado por la escena no dejaba de gritar y llorar sin control, la gran cuchilla cortaba su piel lentamente, las filosas puntas afiladas lo desgarraban y su sangre corría por todo su abdomen, era una tortura y no podía sacar las fuerzas suficientes para luchar, al menos no de un brazo.
Le dió la espalda, dejándolo junto al cuerpo agonizante de su amada, pero el chico no iba a dejarlo así; Sus últimas fuerzas hicieron lograr que una flecha termine matando a su agresor y al asesino de la muchacha.
Se acercó y clavó cuantas veces en su pecho la misma cuchilla con la que hizo su grande herida para después volver con ella.

Sangraba y sollozaba con fuerza mientras apuntaba al pecho ajeno, lanzando una flecha para así evitar su sufrimiento al morir, fue directo al corazón.

Todavía no recordaba el rostro de quien quiso en su momento, ni siquiera su voz, solo recordaba ese momento de ella. Fue tan traumatico siendo tan chico en su vida que nunca lo habló y la culpa le comía la cabeza. Aún sentía el olor de la sangre ajena y la sensación de tenerla en sus manos.

Preparaba sus cosas para partir, no causaría más problemas allí, era mejor hacer su vida en otro lado en el que pudiera sentirse parte y no ser rechazado.
Tocó su cuello para buscar el agarre del collar y se lo quitó; Lo observó por un momento y suspiró, no habló con Tsireya desde que mató a aquel sujeto y comprendía el por qué.

Decidió salir a caminar junto a su mellizo, iban a recorrer la zona por última vez juntos, hablan y reían como siempre.
Neteyam analizaba su rostro; no estaba feliz, claramente se forzaba a mostrarlo pero le era imposible. ― Te lo quitaste ¿Por qué? ― Lo señaló, parando la caminata.

― Porque no voy a volver aquí por un tiempo. ― Siguió caminando, ignorando a cualquiera que se cruzara y escuchando a su hermano quejarse de cuanto el había renegado para estar con ella y finalmente dejarla como si nada.

― Tienes que decirle, si quieres olvidarla entonces dile todo lo que sientes y libérate de ello. Tu no eres un tonto como para hacerle esto, eres capaz de volver solo por ella. ― Estaba de acuerdo con su hermano, el tenía razón; Volvería con ella porque la amaba y era su primera vez enamorándose, lo sabía.

Cambio el rumbo de su camino y giro a ver a su hermano, con esa simple mirada logró entender todo y se separó de él.
Su corazón latía al pensar en tenerla nuevamente en frente suyo, era tímido y se notaba más cuando se trataba sobre su amor.
Suspiró antes de presentarse en la entrada del Marui; la familia estaba charlando y solo hubo silencio al verlo, Aonung fue el primero en levantarse y marcharse al entender en cuando notó su mirada fija en su hermana.
― ¿Podría, por favor, hablar con Tsireya unos minutos? ― Ronal y Tonowari se comunicaron de su peculiar forma y se levantaron de allí, en busca de su hijo mayor.