-4- Sentimientos.

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—Hey.— Ao'nung llamó la atención del menor al ver que este se había quedado mirando un punto fijo sin reaccionar, solo con una mueca de incertidumbre.

—Perdón...—

El metkayina se quedó observando el rostro del menor por un largo rato en silencio, cosa que este notó.

—¿Por que me miras así?—

—¿Así como?— Frunció el ceño alzando una de sus cejas inexistentes.

—Con afecto. O tristeza. Ambas.— Neteyam bajó la mirada moviendo la cola inquieta.

—Es que me da miedo que solo sea un sueño y que en cualquier momento vaya a despertar y tú ya no estés aquí conmigo.—

Rápidamente el menor alzo la mirada clavándola en los ojos del metkayina. Su corazón empezó a bombear más rápido.
Se hizo un silencio que se estaba tornando un tanto incómodo, por lo que Ao'nung decidió romperlo.

—¿No quieres saber nada más?—

—¿Que éramos?—

El mayor se tensó por un momento sin saber que hacer o decir bajo la mirada atenta y curiosa del joven.

¿Que éramos?

—¿Que?—

—¿Qué éramos? ¿Amigos?—

Los labios del de piel clara formaron una línea recta antes de bajar la mirada por unos segundos y suspirar.

—No, parecido.—

—¿Mejores amigos?—

—Estábamos saliendo.—

La cara del Omaticaya era un auténtico cuadro. Su cara entera se puso de un tono rojizo tirando al morado, hasta las orejas. Su cola inquieta no paraba de moverse de un lado a otro y creía que su corazón iba a salírsele por la boca.

—¿S-...Saliendo?—

—Si, te pedí salir la noche antes de que murieras, nos íbamos a unir ante Eywa justo ese día, pero supongo que es obvio que no pudo suceder...— El mayor sonreía un poco avergonzado mirando la tierna reacción de Neteyam.

—¿Madre y padre sabían? ¿Estaban de acuerdo?—

—Si, se lo dije yo porque tú tenías mucha vergüenza.—

—Ay...— El de ojos ámbar se cubrió el rostro y Ao'nung solo pudo reír.

—Aún no me creo que estés de vuelta...—

Ver la mirada de amor que el metkayina le estaba otorgando en ese preciso instante hizo que se le derritiera el corazón. Nunca nadie lo había mirado así, que el recordase claro.

—Espera-.—

El joven se levantó de golpe y salió corriendo de marui, espantando a Ao'nung.

—¡Neteyam!—

El mayor salió rápidamente detrás del joven que corría hacia el agua, cayendo de rodillas sobre la orilla.

—¿Que crees que-? ¿Neteyam?— El na'vi miraba preocupado el agua.

—Yo también me veo viejo.—

La cara de pena que le puso el omaticaya solo causó que comenzara a reír, y este se levantantara cruzando los brazos dándole la espalda para avanzar al marui de nuevo, claramente enfadado.

—Neteyam espera.—

Aún riendo se acercó al menor cuando este ya estaba en la puerta de la carpa y el joven lo miró por encima del hombro.

—Anda Teyam, no te enfades.—

Teyam.

El joven sintió un cosquilleo en la nuca pero aún así volteó el rostro hacia adelante para no mirar al metkayina.

—Sigues igual de precioso que la última vez que te vi.—

Neteyam se giró para ver al mayor, y este le regaló una de las sonrisas más hermosas que había visto en su vida.
El omaticaya estaba completamente sonrojado y nervioso, por tercera vez.

—Skxàwng...—

Volvieron a ingresar al marui. Esta vez el de piel oscura tenía el corazón cálido y latiéndole muy rápido. Se sentía cómodo con Ao'nung.

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Hola bonitos.
Son tan adorables, me encanta cuando estos dos empiezan a acercarse.
Disfruten, los tqm. 💙

El retorno del Omaticaya (Ao'nung x Neteyam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora