-14- Baile de bienvenida. (2)

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Perspectiva de Ao'nung:

Me encontraba en una habitación de la casa de mi hermana, donde era el único hombre aparentemente. Había un montón de telas y trajes, también accessors y coronas por todas partes. En realidad estaba un poco aturdido.

–Tsireya, ¿que es todo esto?– Miraba hacia todas las direcciones, había muchas mujeres andando de aquí para allá. –¿Quienes son ellas?– Susurré eso para que solo ella me escuchara, y ella me empujó de los hombros haciéndome sentar en un silla que mi cuñada, Kiri, había puesto detrás de mi.

–Tenemos que vestirte para el baile, fish lips. Tu y mi hermano prácticamente sois el motivo de la celebración y tenéis que resaltar entre los demás.– Kiri me soltó el pelo que estaba recogido en un moño alto, como era costumbre, y yo fruncí el ceño cuando mi hermana me puso una especie de ungüento en el rostro que se sentía bastante frío. 

–¿Y por qué yo estoy con las mujeres y no con Lo'ak y los demás?– Crucé los brazos sobre mi pecho siseando una vez la omaticaya había tirado demasiado fuerte de un mechón. Estaba seguro de que eso fue a propósito.

–Nung, no es por nada en especial. Pero mamá y yo pensamos que sería buena idea que tu y Neteyam no os vierais hasta el comienzo del baile.– Mi hermana retiró esa cosa viscosa y rosa de mi cara mientras Tuk, que había aparecido hace un rato con Neytiri, dejaba sobre mi regazo un cuenco con accesorios que intuía que eran para colocarme en el cabello.

–¿Azul o verde?– Mi suegra tenía en las manos dos trozos de tela que si era sincero no tenía ni la menor idea de para que eran.

–Ammm... ¿Verde?–

–Azul.– Rodé los ojos cuando escuché a mi madre decir lo contrario a lo que había dicho yo, ni mi opinión iba a ser tomada en cuenta, así que simplemente me dejé hacer.

– Rodé los ojos cuando escuché a mi madre decir lo contrario a lo que había dicho yo, ni mi opinión iba a ser tomada en cuenta, así que simplemente me dejé hacer

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Perspectiva de Neteyam:

Lo'ak y mi padre me habían explicado cual era el plan. A decir verdad estaba un poco nervioso. Me habían puesto un traje típico del clan. Constaba de una taparrabos blanco que me llegaba hasta casi las rodillas, y una tela basada en trenzas que iba entrecruzada en mi abdomen. Llevaba dos brazaletes hechos de lo que parecían caracolas y unas piedras azules preciosas. Me recordaban a los ojos de Ao'nung.

–¿Seguro que me veo bien?– Miraba con duda a mi padre, quien me sonrió tomándome por los hombros.

–Te ves genial, hijo.–

Sonreí mirándome de nuevo al espejo. Mi madre y mi hermana Tuk me habían arreglado el cabello antes de ir con Ao'nung , (ya que la mayoría de los hombres no tenían ni idea) poniéndome en las trenzas piedras y cristales parecidos a los que llevaba en los brazaletes. También me había hecho un tatuaje que cubría casi mi brazo al completo. Dolió como el infierno pero Lo'ak dijo que se me veía bien.

—Bien, bro. Ya llegaron los otros clanes, y la cena está lista. Es hora de salir.—

Todos salimos del mauri, encaminándonos al centro del pueblo, donde todo estaba adorando y preparado para la fiesta.

Neteyam se encontraba detrás de una gran cortina junto con el Olo'eykyan, Jake y Tonowari, estaba nervioso, puesto que un montón de personas estaban ahí detrás a la espera de que se mostraran

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Neteyam se encontraba detrás de una gran cortina junto con el Olo'eykyan, Jake y Tonowari, estaba nervioso, puesto que un montón de personas estaban ahí detrás a la espera de que se mostraran.

—¿Listos?— Se miraron y asintieron los cuatro para dar paso a salir. Todos los miraban, con sonrisas haciendo sonidos de vítores. El omaticaya se sintió aliviado tras esa bienvenida.

Se pusieron en el centro del lugar, que era un poco más elevado que el resto, pues ahora era turno de las Tsahík para salir.
Neteyam estaba nervioso. Ansioso. Ao'nung estaba tras esa cortina. Quería verlo ya.

El sonido de una caracola se hizo presente y la cortina se levantó, mostrando a Tsireya, Neytiri, Kiri, Tuk... Y Ao'nung.
Todas iban vestidas preciosas, con colores azules y verdes, con decoraciones en el cabello y con lo que parecía maquillaje, pero Ao'nung... Ao'nung también iba de azul, pero casi tirando a blanco. Una tela translúcida cubría su pecho y parte de su espalda. Su taparrabos era mas corto que el de Neteyam, solo cubriendo hasta casi la mitad de sus muslos.

Tenía un collar con una piedra amarilla redonda que caía justo en el centro de su pecho.
Su cabello estaba suelto y sin trenzas, solo rizos, tan solo accesorios plateados y amarillos colgaban por este sin un orden en específico pero que si te fijabas bien tenían algún tipo de concordancia.

El omaticaya no tenía palabras para describir lo que estaba sintiendo. Sus ojos no se despegaban del metkayina a medida que este se iba acercando a el con paso a su parecer tímido.
En cuanto estuvieron frente a frente el ojiazul sonrió con levedad.

—Hola.— Sonó como un susurro pero lo escuchó perfectamente. Neteyam abrió los labios en busca de que decir pero nada salía de su boca. Su corazón latía desenfrenado.

—¿Net?— Ao'nung frunció el ceño y el de orbes ámbar volvió en si.

—Lo siento, es que... Estás precioso, no tengo palabras. Simplemente, wow.— Su mirada viajó por todo el cuerpo del mayor, causando que este se sonrojara con fuerza.

—Descarado... Tu estás muy guapo también.— Sus ojos pasaron al brazo del menor y trazó con suavidad alguna de la alineas negras que ahora lo cubrían. —Te hiciste un tatuaje.—

Neteyam seguía admirándolo ignorando sus palabras y una de sus manos se posó en la cintura de su novio.

—Neteyam, te estoy hablando, reacciona.— Ao'nung se cruzó de brazos y frunció levemente el ceño causando risa en el menor.

—Perdón, perdón. Es que no puedo concentrarme teniéndote así vestido delante de mi.— Se ganó un pequeño golpe en el pecho acompañado de una pequeña sonrisa.

—¡Bienvenidos a todos!— La voz de Lo'ak los interrumpió y le prestaron atención, sentándose a la vez que todos. La cena iba a comenzar. —Daremos paso a la comida y luego comenzaremos con el baile.—

Todos volvieron a vitorear, y varios y varias metkayina  empezaron a traer grandes bandejas con el pescado que habían cazado horas antes y también con varios frutos.

Ambos se miraron y se dedicaron sonrisas. Estaban ansiosos por el baile.

Lo que no sabía Neteyam, es que no era el único que estaba observando al príncipe Metkayina.

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Hola bonitos.

Omg se viene pelea 👀👀👀
Intentaré subir hoy el capítulo siguiente pero no puedo prometer nada.

Perdón por las faltas y los tqm. 💙

El retorno del Omaticaya (Ao'nung x Neteyam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora