-5- Recuerdos.

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—Deberías dormir un poco.— El metkayina observaba como Neteyam daba leves cabezadas, cerrando los ojos de vez en cuando.

—No tengo sueño.—

Minutos después encontró al menor dormido en el suelo, esto lo hizo sonreír.
Lo cargó al estilo nupcial y lo llevó hasta la hamaca donde él dormía normalmente.

Lo dejó suavemente sobre esta, viendo como el otro se acurrucaba como un bebé.
No pudo evitar acariciar sus trenzas y parte de su rostro. Lo había extrañado tanto que le parecía irreal.

-Ma'teyam...—

Separó lentamente la mano mirando los labios de este. Moría por probarlos, pero sabía que no era nada correcto.

Se resignó y dio en su lugar un leve beso en su frente, antes de retirarse hasta donde se encontraba antes tallando unas flechas.

Minutos después, Lo'ak ingresó a su marui.

—Está dormido.—

Escuchó el suspiro del Olo'eykyan y el mencionado se sentó frente a él. Dejó las flechas en el suelo y por fin prestó atención al na'vi que tenía delante. Se veía realmente mal.

—Mis padres llegan mañana. Quieren verlo con sus propios ojos o no se lo creen.—

No dijo nada. Debía ser complicado para todos que ahora supuestamente su hijo muerto haya resucitado mágicamente o sabe Eywa como.

—¿Ha recordado algo?—

—No, solo ha hecho preguntas. Dice que te pareces a tu padre.—

Lo'ak sonrió un poco, pero sin ganas. Siempre se había culpado por la muerte de su hermano mayor. Nunca pudo decirle cuando lo quería, en vez de eso le dijo palabras hirientes y se comportó como un estúpido.

—¿Todavía te culpas?— Ao'nung sabía perfectamente cómo se sentía el hijo menor de los Sully. Se culpaba.

El omaticaya no dijo nada.

—Sabes que no fue tu culpa, Lo'ak.—

—Si no me hubiera encaprichado con ir a ver a payakan el no habría muerto y esto no estaría pasando. Si yo-...— Tomó aire aguantándose el llanto y miró directo a los ojos del metkayina. —Si Spider y yo no nos hubiéramos ido podría haberlo salvado. Nunca le dije que lo quería.—

A Ao'nung se le clavó una espinita en el corazón cuando su cuñado comenzó a llorar de la desesperación.

—Lo'ak-...—

—¡No!—

Un grito proveniente de donde el joven descansaba hizo que los otros dos se alertasen y fueran rápidamente a ver lo que sucedía.

Neteyam todavía tenía los ojos cerrados, esta vez con fuerza y respiraba agitadamente.
Ao'nung se acercó a el y lo tomó por los hombros moviéndolo suavemente para despertarlo.

—Neteyam. ¡Neteyam! ¡Despierta!—

Después de moverlo nuevamente el omaticaya se sentó sobre la hamaca tomando una bocanada grande de aire y gritando.

—¡Ma'nung!—

El metkayina se quedó paralizado al escuchar como Neteyam gritaba el sobrenombre que le decía antes de morir.

—¿Como dices?—

Sin previo aviso el joven lo había abrazado con fuerza, dejándolo aún más desconcertado.
Correspondió al abrazo dejando que este llorara sobre su hombro.

—Lo'ak, llama a Tsireya para que lo revise, por favor.— Dijo esto sin mirarlo pero escuchó los pasos apresurados del omaticaya saliendo del marui.

—Net, ¿que sucedió? ¿Por qué lloras?— Separó suavemente al menor mirando su rostro bañado en lágrimas, las cuales no dudó en limpiar con sus pulgares.

—Ma'nung, te veo. Te veo.— Dijo las palabras con tanta desesperación que el metkayina creía que le iba a dar un infarto.

—¿Ya me recuerdas?— El omaticaya asintió frenéticamente apoyando la cabeza en su pecho.

Gracias gran madre.

—Mi amor...— No pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro. Su Neteyam estaba de vuelta.

—Lo siento. No debí ir, te dejé solo. Debí hacerte caso... Lo siento, perdóname...— El menor seguía llorando, aferrándose fuertemente al metkayina.

—Sh. Net, no fue culpa tuya.— Acarició las trenzas de su amor, teniendo a que se fuera a romper. —Neteyam.—

El joven levantó la cabeza, mirando a los ojos azules de el mayor.

—Bésame.—

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Hola bonitos.
Perdón por las faltas ortográficas.
Espero que disfruten, los tqm. 💙

El retorno del Omaticaya (Ao'nung x Neteyam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora