SERPIENTES

Three

[Sakura]

Regresé a la finca, en la entrada me esperaban Kanae y Shinobu, ambas me felicitaron por haber regresado. Entré a mi habitación donde estaba Kobura, la había dejado para evitar que se lastimara durante la prueba: cambié mi ropa para ir al patio a seguir entrenando.

Aún con los múltiples rasguños que tenía estaba levantando una gran piedra, no me era muy difícil debido a mi gran fuerza pero si me estaba cansando.

— Deberías descansar estás dos semanas—  Kanae llegó con unas tazas de té en sus manos y se sentó a unos metros de mi.

— Estaré bien, si no entreno perderé la práctica y perderé ventaja contra los demonios.

Dejé de levantar la roca y tome una katana de madera para practicar mi esgrima, al igual que mi ofensiva, defensiva y velocidad. Debía esforzarme y entrenar.

— Primero toma este té y luego sigues entrenando — paré y tomé la taza para beberlo.

Kanae decidió ayudarme con mi entrenamiento, tomo también una katana de madera y empezamos a pelear, ella tenía más ventaja al tener más experiencia pero yo no me rendiría. A los quince minutos de estar entrenando ella ya me había tirado siete veces, estaba sucia y con algunos moretones de los golpes que me dio con la katana de madera.

Paramos de entrenar con la katana y me dispuse a darle vueltas a la finca corriendo para mejorar mi velocidad (Admiraba mucho la velocidad de Shinobu, para ser pequeña era muy ágil y rápida).

Las dos semanas las pasé entrenando duro, no quería que me mataran en mi primera misión y además quería llegar al nivel de Shinobu por lo menos, según Kanae me estaba acercando rápidamente a su nivel pues aprendía rápidamente y en seis meses yo había logrado un gran rango de ataque que a otros cazadores les tomaba por lo menos dos años.

Mi katana por fin había llegado mi herrero fue muy amable conmigo aún así tenía un pequeño sentimiento de incomodidad por el solo hecho de que era hombre pero tenía que aguantar ese hecho. La cuchilla de mi katana se torno rosa claro.

Gina mi cuervo llegó anunciando mi primera misión, me cambié con mi uniforme este tenía el pecho descubierto y la falda era muy corta pero no me importo mucho, me puse el haori de mi madre, acomodé la katana y tomé un pequeño bolso con algunos suministros médicos para estar preparada para todo, Kobura se acomdó en mi cuello y estuve lista para partir .

Salí de mi cuarto y me encontré con Kanae y Shinobu, al ver mi uniforme la pequeña de las Kocho se le marco una vena en el rostro.

— Ya me voy— les informé.

— Que te valla bien Sakura Chan— Kanae me sonrió.