SERPIENTES

Six

[Sakura]

Me encontré con Kanroji en un puesto de comida junto a Obanai, me sorprendí por la cantidad de comida que estaba comiendo al parecer tenía una condición parecida a la mía.

— ¡Sakura chan, siéntate con nosotros!—Mitsuri tenía una gran sonrisa en su rostro.

Pedí mi comida al señor y me senté enfrente de ellos, saludé con una sonrisa a la pelirosa y para no ser maleducada con Obanai dije un pequeño y poco sonoro "hola pilar serpiente".
Unos quince minutos después el señor empezó a traerme mis platos de comida.

Platicaba con Kanroji mientras comía mi noveno plato de ramen,  Obanai solo se me quedaba viendo con mala cara, suspiré y seguí comiendo. Después de pagar nuestras comidas salimos del establecimiento, el cuervo de Iguro llegó asignándole una misión por lo que se despidió de Mitsuri y a mí solo me lanzó una mirada fría como despedida.

Otro día fui llamada a la cede por el patrón, hice una reverencia hacia él y me senté.

—Sakura, hija— aunque los hombres me dan miedo el patrón es una excepción, con él me siento cómoda y protegida— Se que no te llevas bien con los hombres, Obanai tiene algo parecido a ti solo que con las mujeres, te pido que trates de dejar tu trauma y empieces a llevarte mejor con el resto de pilares, algún día los necesitarás.

— Lo intentaré patrón, pero no le garantizo que sea pronto.

— Se que lo lograrás,  Kanroji y Shinobu serán tu apoyo para lograr lo que te estoy pidiendo.

Salí de la mansión y fui en busca de Kanroji debía pedirle consejo, si alguien sabía de estás cosas era ella.

Me encontraba en una misión, un demonio atormentaba un pueblo cercas de las montañas, comenzé con preguntar tanto a hombres (para tratar de superar mi trauma) y a mujeres. La información que reuní era poca pero debía trabajar con ella, esperé que anocheciera y volví a dar otra vuelta al rededor del pueblo. Sentí una presencia cerca de mí, desenfundé mi katana y estuve lista para atacar.

Respiracion del cerezo primera postura pétalos, gire rápido y ataqué. El demonio vestía solamente un pantalón corto, tenía un solo ojo y escamas cubrían su piel, mi ataque lo hizo perder los brazos.

—Maldita mocosa— regeneró los brazos  para empezar a moverlos en círculos, Kobura tapo mis ojos or lo que supuse  fue para evitar caer en su técnica de sangre.

Empecé a moverme guiandome solo con la presencia y el sonido; Respiración del cerezo tercera postura árbol de Sakura, hice cortes hacia todas partes hasta que sentí que mi katana se atasco en su cuello, puse más fuerza en el agarre y corte su cabeza solo escuché su rabieta.

Caminaba por un pueblo cuando me distraje y choque con alguien, levanté mi mirada encontrándome con los ojos bicolores del pilar serpiente.

Respire profundamente, calme mis nervios e hice una pequeña sonrisa— ¡Hola Iguro san!

— El patrón te hablo sobre mí ¿cierto?— habló con voz irritada.

—Sí, pero igual quiero tratar de llevarme bien con ustedes.

Iguro suspiró— Esto solo lo hago por orden del patrón así que...— volvió a suspirar —¿Gustas ir a comer?

Me sorprendí por su propuesta pero acepté. Entramos a un restaurante y nos sentamos en una mesa cerca de la puerta, una niña nos pidió nuestra orden.

— Un ramen de cerdo— pidió Iguro.

— Tres Bentos, cuatro tempuras, un ramen de camarón y una orden de Sakuramochi por favor pequeña— la niña se sorprendió por mi pedido, hizo un reverencia y se fue.

Mientras esperábamos nuestros pedidos estábamos en un silencio total, sentí cuando Kobura se deslizó de mi cuello al igual que vi a la serpiente de mi acompañante también hacerlo. Unos minutos después nos trajeron la comida, los dos comíamos en silencio.

[Obanai]

Sakura me recuerda a Kanroji, son algo parecidas; el patrón me contó sobre su pasado y me ordenó tratar de llevarme bien con ella, se ve que a tratado de superar su trauma pues me dirige la palabra muy amablemente. 

Apenas llevaba un tercio de mi plato mientras que ella ya estaba acabando el tercer bento. Noté que Kaburamaru había vuelto a enredarse en mi cuello aunque sentí que era un poco más largo no le di importancia y seguí disfrutando mi plato cuidando que ella no viera mi cicatriz. Cuando terminamos cada quien pagó su comida y nos separamos en el primer camino.

[Narrador]

Aunque los pilares sintieron el pequeño cambio en la longitud de sus compañeros no le dieron importancia y se fueron a hacer sus respectivas misiones, pues sus inteligentes serpientes habían cambiado de lugar para hacer que se volvieran a ver.

Una semana había pasado desde que las albinas serpientes habían cambiado de lugar, la pelirosa había notado el poco apetito de Kobura al igual que Iguro había notado lo contrario en su amigo Kaburamaru.

—¿Por qué no comes Kobura?, Siempre te comes ratas de este tamaño.

—¿No será que cuando comiste con Iguro San Kobura y Kaburamaru intercambiaron de lugar? — estaba en la finca de Kanroji, se puso a pensar y podría ser cierto lo que ella decía.

— Iré con Iguro para ver, ¡nos vemos Kanroji chan!

Con ayuda de Gina llegó  por atrás de la finca de Iguro y lo vio en el patio entrenando con quién supuso era Kobura en su cuello.

— Buenas tardes Iguro san— la vio y le hizo seña de que pasara ( estaba arriba de un árbol), saltó y quedó parada a un lado de él.

— ¿Qué te trae por aquí?— su voz no sonaba irritada o fría como de costumbre.

— Creo que su serpiente y la mía nos jugaron una broma

— Explícate

— Kobura es  más larga que Kaburamaru y come más por esa misma razón y esta semana a comido menos.- El pilar analizó sus palabras y llegó a la conclusión de que estas eran ciertas. Ambos tomaron con cuidado a las serpientes de sus cuellos y las pasaron hacía el otro.

— Eso era todo— la chica le sonrió y se fue no sin antes despedirse con una pequeña sonrisa.