Episodio 1. "Esclava Número 2200"
-Por favor no me hagas nada.-chilló una joven humana pequeña con cabellos marrones que le llegaban a los omóplatos.
-¡Cierra la boca 2200, escoria!- gritó el cambiaforma águila que la tenía prisionera al igual que las demás que se encontraban allí.
Todas la prisioneras, no tenían nombre sino un número que las identificaba, estaban atadas por sus muñecas a una cadena que las mantenía contra las rejas de la enorme jaula que las rodiaban, estás estaban siendo expuestas para ser compradas por algún amo cambiaforma o un hombre bestia.
No importaba lo que fuera para el vendedor lo único que valía era la paga. Pero esto no le impedía aprovecharse de sus "productos", como él se refería a las humanas que vendía.
Número 2200, odiaba a los cambiaforma y a los hombres bestia. Siempre vio como se divertían humillando a todos los humanos posibles, tratándolos como basura, sin ninguna importancia peor que las ratas cambia forma, que eran la clase más baja de los cambia forma.
Sólo quería que desaparecieran así todo sería mejor.
Ahora mismo su mirada y expresión demostraron el asco que tenía por el maldito tipo águila que se encontraba tocando sus delgadas piernas, que eran expuestas debido a la prenda que usaba, que solo era un trapo marrón que llegaba por encima de sus rodillas.
-Me gusta cuando eres más silenciosa, 2200. Por más que implores yo haré contigo lo que yo quiera, escoria asquerosa.- dijo con repudio mientras sostenía su pequeño rostro con fuerza. La mano del cambia forma águila subió por la pantorrilla de 2200 para luego ir más hacia arriba.
2200 sin importarle una mierda ser golpeada o quedarse sin comida le propinó al contrarió una patada en el abdomen. Esto provoco que el tipo se tambaleara, para después sujetarse su estomago ante el dolor.
-¡Pero que perra!- con irritación el cambia-forma águila agarró uno de sus látigos para implementar sus castigos y le propinó un latigazo a 2200 en las piernas.
Ella lo único que pudo hacer fue gritar del dolor que se le fue implementado.
Mientras su visión fue tornandose borrosa gracias a que sus piernas estaba siendo violentamente golpeadas con el látigo.
-No quiero, no quiero más, duele.- gimoteo en llanto.
-Ahora si aprenderás, sabrás quien manda acá, maldita basura. - pronunció volviendo a darle un latigazo las piernas que ya sangraban.- ustedes miren, miren lo que pasa si alguna de ustedes me desobedece, escorias.- miró al grupo de mujeres que se encogían en su lugar para algunas después llorar al ver sufrir a la pobre muchacha.
Después de unos minutos robín, el vendedor águila paro sus latigazos ya que alguien había detenido su acto violento y vil.
-Me parece que esta inconsciente. Deberías detenerte de una vez.- le hablo una voz profunda.
La muñeca de robín estaba siendo apresada por el agarre imponente de una gran mano con pelaje blanco y garras semi largas.
Robín más colérico por ser detenido decidió hacerle frente al tipo que le impedía su cometido, lo iba a insultar, pero al momento de abrir la boca y mirar al hombre lobo bestia delante suyo calló.
El hombre lobo bestia más conocido, debido a su riqueza y se decía que siempre andaba salvando algún cambia forma hembra o macho, además se rumoreaba de que tenía su propio harem. Aparte de que era el líder del consejo del pueblo.
-Oh, señor Roy. Que grata su visita.- dijo como si nada estuviera pasando dando una reverencia.
Roy miró el cuerpo frágil de la joven humana que se encontraba colgado de las cadenas.
Su mirada pesada cayó sobre robín, se podía jurar que Roy lo estaba asesinando con la mirada.
El cambia forma águila tembló en su lugar.
Estaba seguro de que si el hombre bestia le mordía el cuello moriría al instante.
-Quiero que liberes a todas estar prisioneras, me encargaré de darles asiló en mi mansión.- le ordenó.
-Pero no puedo hacer eso ellas son mis productos, las estoy vendiendo, señor.
Roy le hizo una seña con sus manos a uno de sus fieles amigos, Luca, un Hombres bestia zorro, quien se acerco a Roy con una gran bolsa.
-Estas son monedas de oro. Con esto me llevaré a todas las humanas.
Robín avaricioso y encantado con lo que le era dado ni espero y le arrebato de las manos al zorro el saco con las monedas.
Al abrirlo la saliva se le cayó de la boca, con ese oro iba a poder emborracharse todo lo que quisiera en la cantina.
Luca se encargo de liberar a todas las humanas de la prisión para guiarlas a una camioneta.
Por su parte Roy, se aproximó al cuerpo de Número 2200 y con delicadeza abrió las esposas que la tenían aprisionada para después alzarla.
-Eres una humana muy interesante. Te quedaras conmigo.- dijo mientras su peluda mano limpiaba los restos de suciedad del rostro delicado.
La cargo en sus fuertes brazos para llevarla con él.
ESTÁS LEYENDO
Mi Amo es un Hombre Lobo
WerewolfMelody era una esclava más en el mundo de las bestias, en este caso ellas eran las que predominaban, los humanos estaban para servirlos, sin embargo "si un amo bestia" compraba una "esclava humana" esta podía ser salvada de su prisión en el calabozo...