Episodio 2 "Melody"La esclava número 2200 despertó y se sorprendió al ver que se encontraba en una elegante habitación.
Se sentó en la cama que era muy cómoda, tenía sabanas azules y una frazada gruesa para el frío con pelos muy suaves, también portaba un velo celeste.
-Auch.- se quejó al mover sus piernas.
-No verías moverte mucho, aun tus heridas no han sanado.- dijo una voz grave a su costado.
La joven abrió sus ojos en impresión y miró a su costado dándose cuenta que no había visto a la gran bestia que estaba a su lado mirándola.
Tenía una de sus manos a poyada en su rostro mientras le sonreía, la sonrisa lobuna rebelo caninos perfectos pero los colmillos delanteros eran más prominentes.
Su pelaje era blanco como la nieve y sus ojos grises casi tocando lo azul, era un hombre lobo albino.
Los hombres lobos albinos, eran muy llamativos, rara vez se apreciaba a uno, eran los alpha más cotizados debido a su belleza inexplicable.
Ante la impresión número 2200 tembló en su lugar casi chillando, nunca había apreciado a un bestia en persona, era sumamente grande y fuerte, le tenía miedo ya que ella nunca había conocido a alguna, lo habitual para ella eran los cambia formas no una bestia gigante, en el calabozo siempre eran vigilados por cambia formas no bestias.
Continuó temblando mirando a la temible bestia, hasta que sintió una mano grande esponjosa acariciar su coronilla.
-Tranquila, no te haré daño. Puedes estar calmada, aquí tendrás tranquilidad, podrás disfrutar de comodidades.- dijo suave acercando su hocico a la pequeña mejilla contraria para después frotarse en ella.
2200 se encogió en su lugar ante tal acto.
-¿A cambio de qué?- preguntó con temor.
El lobo dejo de frotarse en su rostro para mirarla fijamente.
-De nada. No me tienes que dar nada, pequeña.-
¿Pequeña?
¿Eso voz se escucho cálida? ¿Cómo con cariño?
No podía ser, siempre se rumoreaba que los hombres bestia eran otros maltratadores de humanas, que las utilizaba físicamente y como sus sirvientas domesticas.
-Y dime, ¿cuál es tu nombre?- preguntó mientras sus dedos acariciaban levemente los cabellos lacios.
-No tengo nombre, señor. Creí que ya lo sabía, nosotras la humanas de clase baja, no portamos nombre sino un número de identidad.- dijo cabizbaja.
El lobo tomo con su barbilla y la hizo levantar el rostro.
-No bajes la cabeza, no me gusta eso. Desde ahora yo seré tu amo.- informó.
Ella ya lo sabía por eso la había comprado, para hacerla su sirvienta, una más de sus mascotas.
Asintió.
-Sí amo.- dijo casi en disgusto.
-Desde ahora tu nombre será Melody.- sus manos retiraron la suciedad que portaba el rostro de la joven humana.
Estaba llena de suciedad, nunca la habían bañado, al menos no en los calabozos, no sabia que era la sensación de limpieza. Y eso era triste, ya que no se les permitía ni estar limpios.
-Comprendo, amo.-
-Roy, me llamo roy. Si algo te inquieta puedes contarme, puedes confiar en mi.
Melody casi se ríe en su cara, ¿confiar en él? Si claro.
-Te he tratado tus heridas he mandado a que te pongan una pomada medicinal.
Melody al oír esto se destapo las piernas revelando así que efectivamente, sus piernas ya no sangraban y se veían mejor.
-He mandado a llamar a mis criadas, ellas te bañaran, debes lucir presentable, ahora que eres mía, no puedo permitir que estes en malas condiciones.
Claro, suya como otro más de sus juguetes.
-¿Sabés cuantos años tienes?
-Sí, amo. Tengo 20 años.- contó melody.
-Mm, pareces de menos. Voy a tener que llamar al médico, estas muy escuálida, hasta se pueden apreciar los hoyos en tus mejillas.- la examino.
No hacia falta que le dijera lo deplorable que estaba, después de todo en el calabozo solo le deban un trozo de de pan en todo el día con una vaso de agua.
Un golpe en la puerta se hizo escuchar.
-Pasen.- ordeno el lobo albino.
Las criadas con su típico atuendo de servidumbre entraron pero primero reverenciaron ante el alpha.
Roy se levanto de la cama para después correr el velo.
-Encarguense de ella.- dijo para salir de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Mi Amo es un Hombre Lobo
Kurt AdamMelody era una esclava más en el mundo de las bestias, en este caso ellas eran las que predominaban, los humanos estaban para servirlos, sin embargo "si un amo bestia" compraba una "esclava humana" esta podía ser salvada de su prisión en el calabozo...