Luego de doce años Takemichi Hanagaki de 26 años había cambiado su vida por completo, tenía una pequeña tienda de dulces en la que él era el dueño y con ello se mantenía. Ganaba muy bien y eso le gustaba demasiado, anteriormente solía trabajar en una tienda de CD'S, donde la paga era muy mala pero era el único lugar que lo aceptaban tal cual era.
Aquella tienda había sido cerrada ya que su dueña se le encontró muerta una mañana al abrir el negocio, aquella mujer no tenía familiar alguno, la única persona que conocía era solamente Hanagaki. Aquella mañana las autoridades investigaron el lugar y en ello encontraron papeles, uno de ellos decía que todo el dinero más el local quedaba a manos de su único empleado Takemichi Hanagaki, este al saber se había llevado una gran sorpresa tanto como el dinero y el local estaban evaluado en dólares.Hanagaki había aceptado, en sus manos ahora tenía aquella herencia de su jefa 30.000 dólares, era demasiado para él, pero ahora tenía mucho más, no paso mucho tiempo cuando un hombre de traje llego a la tienda a qué le venda el local, eso se le hizo muy sospechoso y ese sujeto tenía mala pinta, si de algo estaba conciente era de que Takemichi tenía una especie de don que le decía si una persona tenía buena o malas intenciones, está persona era una combinación de ambas y cuando una persona era así debía tener cuidado y saber jugar un poco. Al principio se negó ya que quería saber hasta donde podía llegar está persona, pero este tipo volvió a insistir en comprar el local, fue entonces cuando Takemichi se dio cuenta de que este hombre era peligroso y lo mejor para él era no involucrarse nunca más con estas personas, después de tanto termino aceptando y para estar alejado de estás personas había decidido en tomar el dinero que le ofrecieron la primera vez, 30.000 dólares aquel sujeto se quedó sorprendido y no se molestó ambos salían ganando en esto. Ese día Hanagaki le había pedido que no lo buscará más y que no lo metiera en problemas, no quería volver a como fue antes, aquellas palabras había sorprendido al hombre, era posible de que ese chico hizo algo en su pasado.
Volviendo a la actualidad, Takemichi se encontraba en su tienda terminando de atender a sus clientes, dentro se encontraban dos personas merendando, todo estaba tan tranquilo hasta que un policía entro al local.
-Hola buenas tardes ¿Takemichi Hanagaki?-.
- Así es ¿Sucede algo oficial?-.
- Me gustaría hacerle unas preguntas a cerca de unas personas, estoy seguro de que las conoce-.
-Claro -.
- La oficina del cuartel de policía inteligente está buscando información a cerca de la pandilla más buscada Boten, y se que usted fue parte de ella en su adolescencia ya que en ese momento tenía el nombre de Toman -.
-Con todo el respeto oficial, le pido disculpas pero no pienso hablar de mí pasado yo ya no tengo nada que ver con ellos -.
-Por supuesto que lo tienes, conociste a su líder Manjiro Sano, a sus comandantes Draken, Baji, Mitsuya, Kazutora, Chifuyu y muchos más. Quiero que me hables de ellos de cuando eran adolescentes y las cosas que solían hacer todos juntos y en especial de la muerte de uno de ellos.... Kisaki Tetta -.
-Con respeto le voy a decir algo, si yo abandone Toman fueron por cuestiones personales, perdóneme pero no le voy a contar nada, no soy idiota usarme para atrapar a las personas que una vez fueron mis amigos, no no lo haré....Tal vez no seamos más amigos, pero aún así no pienso hablar de ellos y menos con ustedes, si lo hiciera estaría traicionando a los que una vez fueron mis amigos y yo no soy así -.
-No eres idiota por lo que veo, bien entonces si no quieres hablar ahora, en otra ocasión lo haremos, cuídese la espalda Hanagaki -.
El oficial se fue y Takemichi aún se encontraba molestó, ese oficial lo acababa de amenazar, ahora sabía que no estaba seguro, pero ese día no se había dado cuenta de que unas personas que se encontraban en su local escucharon todo y más se sorprendieron al saber que aquel hombre fue miembro de la pandilla Touman.