Después de la pérdida del Maestro Eon en la ciudadela de Arkus, Spyro se siente tan triste como sus amigos. Sin embargo, después de varios días de duelo, decide salir a entrenarse para olvidar lo ocurrido. En su entrenamiento, se encuentra con una n...
Se escuchaba el murmurar de los Mabus y demás criaturas que caminaban por los caminos de tierra, las cuales tenían cornos de rocas grisáceas, donde se notaban algunas áreas verdes con pequeñas plantas y árboles, incluso se veía un enorme roble, este estaba al lado de la pequeña ciudad, donde se notaba algunos edificios a los lados de un camino de loza, este era iluminado de forma tenue por las luces de las estructuras, incluso se veían postes de luz de metal verde y farolas de cristales en la punta, estas iluminaban de forma tenue el sendero porque había caído la noche en el reino.
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Alguien conocido apareció, Abriendo la puerta de madera de lo que a simple vista era una pequeña pastelería, debido a la vitrina que tenía al lado izquierdo, desde la cual se exhibían algunos pasteles, los cuales estaban apoyados sobre los estantes de cristal, las cubiertas de estos eran de colores variados, incluso habían enormes batidos con crema.
Cuando la puerta de madera roja con rebordes dorados en lo contornos se abrió, dejo ver a una joven elfina de piel verdosa, ojos blancos y su atuendo característico con una camiseta sin mangas de color café, guantes del mismo tono con hebillas doradas en sus muñecas, mascara, medias, faldas y botas con el mismo estilo de hebillas, las guardas que estaban en su cinturón, dejaba ver parte de las empuñaduras de sus dagas; estas se ladearon de forma leve al moverse, mientras que se movía para sostener una caja de cartón blanca como la nieve, esto hizo que pusiera una cara algo decidida, la cual casi no se notaba por la expresión helada que tenía en la cara, cerrando la puerta del local con un leve movimiento de la cintura.
-Esto encantara a mis amigos, una torta de vainilla con fresa especial, solo para celebrar nuestra amistad, después de lo ocurrido en Arkus, creo que es momento de dejarlo en el pasado -dijo la misma con una mirada decidida, acorde avanzaba por el camino de lozas empedradas, alejándose mas de la pastelería con pasos suaves.
De hecho, notó el sitio estaba casi vacío por las altas horas de la noche, recordó que en la mañana había pedido la torta por teléfono para el anochecer, sintiéndose bien consigo misma, solo avanzo viendo algunos mabus con camisetas y pantalones de cuero; algunos de los atuendo eran variados, estos se encontraba cerrando las tiendas de Ciudad Campus, cuando miro a uno de ellos, pudo notar que casi todos, llevaba unos bracéeles con cuerdas rojas entrelazadas y emblemas en su brazo, esto le pareció curioso al respecto, acercándose a uno que estaba cerrando las puertas del Soulless Cycle, el cual era el gimnasio de la isla donde se encontraba, viendo como este le colocaba la llave para cerrar sus puertas, decidió tocarle la espalda a uno para llamar su atención; el mismo pensativo se giró para verle, dejando notar sus lentes blancos con rebordes cafés, el mismo se lo acomodo mientras que la lefina bajaba la mano que había levantado, colocándola debajo de la caja para tener más apoyo, curiosa al respecto le pregunto:
-Disculpe señor ¿Qué es esa extraña pulsera?
-Es una pulsera de hielo rojo entrelazado, tienen emblemas de cualquier cosa, dicen por ahí, que cuando tus amigos y tú las llevan, estarán juntos para siempre, protege el cuerpo y el alma de las tinieblas -conto el Mabu con un tono tranquilo, mientras que dejaba escapar un suspiro leve, el pelaje de su cuerpo era de color café claro; el cual poseía un tono más oscuro alrededor de los ojos, estos tenían iris verde, después de decirle el mismo se dispuso a avanzar por el lateral del edificio, donde se encontraba el gimnasio, diciéndole a la elfina-: Deberías probarlo. Nos vemos.
