Hanma no visito a aquel chico por un tiempo, después de todo si lo volvía a ver sentía que se lo follaria, y aún que quería, no podía hacerlo, por lo que se iba a bares y ahí busca a chicos de contextura pequeña de cabello negro hacia abajo. Era lo único que le satisfacía.
-Hanma, ¿vendrás conmigo a casa? Hoy la tengo sola.- Le sugirió un chico poniendo su mano por encima del miembro del anteriormente nombrado.
-Que va, tengo algo que hacer.- Le respondió mirándole fijamente mientras le quitaba la mano de su ingle.
-Bueno.- Le respondió intentando disimular su fatidio.
Hanma se levantó y dejo algo de propina para después irse, iría a ver al chico ese que tanto le ponía.
Hanma se quedó cerca del colegio al que asistía aquel chico.
Cuando llegó lo primero que vio fue al pequeño intimidando a otro de sus compañeros, ¿quien lo diría? A Hanma eso le impresionó bastante, pensó que el pequeño sería intimidado pero resultó ser al revés, que sorpresa.
El pequeño no lo dejo en paz hasta que reconoció a Hanma y su único instinto fue huir, por lo que se alejó de su compañero y salió corriendo ¿A donde? A donde Hanma no estuviera.
Después de correr como por 30 minutos se sentó a descansar en un callejón aparentemente sin gente.
-Que lento eres, ni siquiera he tenido que correr- Le dijo inclinándose hacia el.
-¿Como has llegado tan rápido?- Le pregunto atónito.
Hanma aprovecho para acortar un poco más la distancia que les separaba.
-Soy un poco rápido, Kisaki.- Beso al pequeño sin que el pudiera resistirse después de todo el estaba casi muerto por correr tanto.
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𝙰𝚙𝚊𝚛𝚒𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚗𝚒𝚗̃𝚘.
Lãng mạnHanma en la época actual se obsesiona con un chico con cierto parecido a Kisaki, pero con una pequeña diferencia, la edad.