𝙰𝚙𝚊𝚛𝚒𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚗𝚒𝚗̃𝚘.

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Hanma paso de estar inclinado a estar a su altura, mientras el mencionado besaba sin compasión al las pequeño se pudo escuchar como había alguien llamando desde fuera del callejón.

-¡Hijo! Donde estas, ¿hijo mío?- Preguntaba desesperadamente una voz femenina.

El más pequeño reconoció de inmediato la voz, era de su madre, a lo cual se intento mover para ir con ella, pero Hanma reaccionó antes, tirando hacia atrás al niño y así mismo, dejándose por detrás de una puerta oxidada.

El pequeño al ver un rayo de luz intentó hacer ruido por lo que Hanma tuvo que taparle la boca con una de sus manos.

El pequeño que no dejaba de moverse hizo que Hanma lo tuviera que poner más cerca suyo, hasta el punto en el que el contacto era algo inevitable. Hanma no quiso desaprovechar está oportunidad por lo que empezó a rozar su miembro contra el más pequeño, mientras que con la mano libre tocaba el abdomen y pecho del ya mencionado.

"NO, NO, DETENTE" repetía intentando que Hanma le entendiera, pero claro, ¿Como iba a entenderle con una mano en la boca? Dejo de resistirse y empezó a mirarlo fijamente, preguntándose si el sentiría algo de culpa por esto.

-Te he entendido.- Le dijo en un suspiro que fue directo hacia su nuca.

"Joder, que lindo" pensaba una y otra vez al sentir el cuerpo de aquel niño reaccionar a cada roce que le hacía.

"Mamá, encuéntrame" se repetía internamente el pequeño cuando sintió como el más grande le empezaba a tocar.

La madre estaba por mirar en la puerta cuando escucho algunos gemidos que venían de ella, no podía ser, había  seguido a algunos adolescentes que estaban teniendo relaciones sexuales. Eso le avergonzó demasiado por lo que se fue lo más rápido que pudo.

"Mierda, seguro ya se habrá ido a casa" Se decía la señora intentando ocultar su sonrojo.

Mientras que el más pequeño se quedo viendo al más alto, ¿como podía hacer gemidos así? No tuvo mucho tiempo para pensarlo después de todo hasta el se había despertado.

-¿Estas duro por escucharme gemir? Pareces un depravado.- Le dijo en un tono de burla mientras acercaba su mano al miembro del más joven.

-¡No!¡Claro que no!- Dijo muy rojo mientras sentía como las manos de Hanma recorrían su cuerpo.

-Tranquilo, no he venido a tocarte.- Le dijo quitando sus manos de su cuerpo.

El más pequeño se posicionó delante de él en una postura totalmente recta, intentando intimidarle.

"Joder, ese niño se parece mucho a Kisaki."  Se repetía Hanma, después de todo ese niño era muy pequeño en comparación a el.

-Ven conmigo, te invito a salir.- Le dijo muy natural.

-Quiero una repuesta afirmativa, Kisaki.- Le advirtió al más joven extendiéndole una mano.

El no tuvo más opción que aceptar salir con el. Tomó su mano fue a la par con el más grande.

-Señor, ¿donde me lleva?- le pregunto el pequeño mostrando curiosidad.