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Tomo un sorbo de agua y dejo el vaso sobre la mesita al lado de la cama donde estoy sentada, no dejo de observar el espejo de cuerpo completo en la habitación esperando por lo evidente. Son las dos de la tarde y aún no ocurre nada de nada, estar aguardando me está carcomiendo la paciencia y los nervios. Ethan me dejó hace horas en casa para irse a trabajar. Y desde entonces solo he estado al pendiente de una nueva aparición de Jimin.

Mientras, he tomado un papel y un lápiz para dejarle una nota a Ethan, no le he escrito mucho porque al final no se merece mis esfuerzos, de cualquier forma le obsequié unas cortas oraciones donde vagamente aclaro un poco el asunto. Tan solo le comento que no se preocupe por buscarme, porque jamás regresaré, ya que estaré muy lejos como para que lo haga. Aunque, a decir verdad, dudo que se tome el tiempo de hacerlo.

En su lugar, se sentirá feliz y finalmente libre para hacer lo que mejor le plazca.

Veo el reloj sobre la misma mesita, informándome de la hora, las dos y cuarenta. Pasa tan lento el día, pero a su vez tan rápido. ¿Por qué no termina de ocurrir de una vez? Me siento realmente desesperada. Comienzo a mover mi piernas de arriba a abajo, intranquila y ciertamente aburrida. No quiero hacer nada, no quiero tomar aire, ni usar mi teléfono, solo quiero que mi dulce príncipe venga a mí para rescatarme.

Lo que significa que si eso pasa...

¿Yo me convertiré en su princesa?

Dios, ni siquiera había pensado en eso. Mi mente ha estado tan absorta en escapar de aquí, que al surgir el primer chance de hacerlo no me he puesto a indagar en los cambios que me esperan. Supongo que tendré toda una vida para averiguarlo, y no sola, sino que contaré con su grata compañía. No obstante, he de admitir que la idea desencadena un cierto nivel de inquietud en mí.

¿Qué tan diferente será ese mundo de este? ¿Se manejarán costumbres similares o será todo muy distinto? Intuyo que Jimin se encargará de esclarecer todas mis interrogantes en su momento. Aunque por ahora no dejan de ser muchísimas, y la que más prevalece en este instante es:

¿Cuándo aparecerá?

Y otra cosa... ¿Tengo que llevar mi ropa o me asignarán mis prendas allá? Porque por lo visto tienen un sentido de la moda muy distinto. Verdaderamente elegante, lujoso y hasta fantasioso, nada que haya visto, de no ser por pasarelas de inspiración fairytale. Me veo a mí misma usando una simple camisa beige y unos jeans deslavados, pregúntame cómo es posible que alguien de características tan sencillas haya podido atraer a un miembro de la realeza.

Perdida en el laberinto de mis pensamientos, comienzo a escuchar un pequeño sonido que me saca de ahí rápidamente. Se trata de un par de golpecitos al otro lado del espejo en la habitación. Es Jimin mostrándome una sonrisa tan amplia que hace que sus lindos ojos se empequeñezcan formando bonitas medias lunas. Luce divino con su cabello negro azabache y vestiduras blancas, compuestas por diminutos cristales de pies a cabeza.

Jimin no solo puede ser un príncipe.

También es un ángel.

Me acerco a él a pasos lentos, pero seguros, guardándome los brincos y el sobresalto para cuando lo sienta entre mis brazos. Mi sonrisa es tan grande como la suya cuando lo alcanzo a poquísimos centímetros de mí. No me atrevo a tocar la superficie que nos separa, solamente lo admiro regalándole la mirada más cariñosa que pueda tener para él.

—Llegó la hora —me dice Jimin—. ¿Estás lista, mi luna preciosa?

—Más que lista —le aseguro—. No necesito llevar algo, ¿o sí? —le pregunto para despejar mis dudas.

Jimin niega levemente y me brinda su mano, aún desde su lado del espejo.

—¿Tan sencillo como eso? ¿Solo cruzo? —inquiero con asombro.

—Así es, cariño. Toma mi mano y tu antigua vida se habrá quedado atrás. —Enfatiza que tome su mano, moviéndola ligeramente—. No hay por qué esperar, el tiempo es ahora.

Confiando en él, ubico las puntas de mis dedos en el espejo, esperando sentir su dureza natural, sin embargo, ya no está si quiera blando, más bien es como tocar agua tibia. Termino de pasar mi mano y sujeto la de Jimin, dando pasos hacia él mientras mi vestimenta cambia en su totalidad al entrar en su mundo. Ahora tengo un vestido larguísimo y de mangas largas ajustadas, está cubierto con piedras parecidas al swarovski que adornan mi figura bellamente.

Posee mi color favorito —el turquesa— y un diseño verdaderamente espectacular, y mi cabello, dejó las ondas sueltas para estar peinado con diversas trenzas alrededor de mi cabeza. De pronto, parezco encajar a la perfección con la estética de mi nuevo hogar. Seguramente, ha de ser obra de la estructura mágica de su universo, Jimin me dijo que aquí se está en contacto con las energías esotéricas. Pero todo eso pasa a un segundo plano cuando lo veo tan cerca de mí, iluminado por los fulgentes rayos del sol a su espalda.

—¿Preparada para comenzar con tu nueva vida? —me pregunta.

Mis ojos brillan sin terminar de creerme lo que acaba de suceder. ¿Realmente es real?

—Quiero que hagamos algo primero —expongo, llevándolo al balcón conmigo casi a trote, y allí, lo miro atenta, quitándome la sortija que todavía tengo en mi posesión—. Ya que soy libre no tengo por qué seguir usando esto. Vamos a deshacemos de ella juntos —le pido.

—Te dije que tendríamos tiempo para hacerlo. —Me sonríe, rodeando mis manos con las suyas.

Entonces nos giramos para encarar el inmenso mar que choca a los pies del castillo, bajo los aposentos de Jimin. Y tras una corta espera para procesarlo, lanzamos la sortija al agua, donde se pierde para siempre lo que me mantenía atada a mi terrible pasado.

—¿Cómo te sientes?

Antes de contestar cualquier pregunta, me lanzo a sus brazos y él me carga por reflejo. Sonreímos contagiados por una buena energía.

—¿Cómo más puedo sentirme? ¡Me quedaré contigo al fin! El hombre... —hago una breve pausa cuando lo analizo— el hombre de mis más increíbles sueños —prosigo, mirándolo a los ojos—. A quien adoro, y... quien me tiene locamente enamorada... Porque me entiendes y no me has juzgado ni una vez, y por ser...

—Te amo —me interrumpe—. Y te lo repito, Stell, te amo. Eres una mujer fascinante y maravillosa, de la cual me siento orgulloso de poder decírlo.

Mis ojos comienzan a cristalizarse tras escucharlo hablar desde el fondo de su corazón, porque eso es lo que me muestra al bajarme de sus brazos para unirme a su cuerpo, dedicándome una mirada de adoración absoluta antes de besarme.

—Tambien te amo, Jimin —susurro en sus labios, sonrientes por ser la primera vez que lo escucha.

En medio de la emoción, mi príncipe vuelve a cargarme, pero para llevarme a la cama, donde empieza nuestra nueva historia, con besos cálidos y tiernos, gracias a un accidental sueño universal.

FIN.

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Mi primerita historia de fantasía, no sé qué tan bien o mal quedó, pero disfruté mucho hacerla. 🤧💞

Tenía tiempo que quería escribirla, porque está inspirada en la canción de Beyoncé - Sweet Dreams. 🤭

La verdad es que suelo inspirarme mucho en canciones, imagines, videitos... Hasta mi propia experiencia personal, en momentos que he vivido y en personas que he conocido.

Y que al final terminan plasmados en cada una de mis historias.

Gracias por leer y hacerme llegar sus comentarios. Me nutren mucho y en cada ocasión me sacan una sonrisa, porque amo escribir con todo mi ser, y saber que otras personas lo disfrutan me llena el alma de mucha emoción y amooor. 🤧💗💗

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(Tulipáncitos para todos los que llegan hasta aquí ♡)

(editado)

22.3.24

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⏰ Última actualización: Mar 22 ⏰

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Soñaré contigo » p.jm [ Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora