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Apoyada en el espectacular balcón de arquitectura hecha de piedra blanca pulida, me permito perderme en el horizonte de color azul puro que profesa un océano interminable. Qué vista tan asombrosa. Paso mis dedos por las flores enredadas en las columnas, maravillada por su encanto. Es increíble cómo nunca presté mayor atención a los aposentos de Jimin, siendo tantas las veces en las que he estado aquí.

Pero no me culpo, mi cabeza entera estaba sumida en otros pensamientos como para darle importancia a las escenas que se «recreaban» en mis sueños. Las cuales, sabiendo lo que sé en este instante, no trataban de eso, sino de la mismísima habitación de descanso del príncipe Jimin, quien es el primogénito del rey y está próximo a recibir la corona en algún momento, cuando sea lo adecuado.

Ahora todo tiene más sentido...

Comenzando por su vestimenta, la que siempre estuvo impecable gracias a la sastrería fina, demostrando en ella su alta alcurnia, y su lenguaje puro e ideal, mismo que hizo acto de presencia todo este tiempo; y yo, incapaz de reconocer que no era algo usual. Le estuve atribuyendo las mejores cualidades de Jimin a mi subconciente diseñando una zona de paz para mí y parece que las cosas tenían otra naturaleza.

Dejo salir una risilla.

Qué absurdo terminó siendo el cosmos.

Pero qué bello absurdo...

Aun cuando sigo teniendo mis dudas sobre lo que sucede, en verdad lo estoy disfrutando demasiado. Porque a pesar de todo prefiero quedarme en un mundo que no conozco, pero donde soy amada, a vivir condenada a un anillo que no representa nada para la otra parte de todos modos.

Me reclino sobre la barandilla de piedra y observo que, incluso de este lado, llevo la sortija de matrimonio. No me había percatado de eso con anterioridad. Decidí dejármela puesta, ya que, cuando Ethan me veía sin ella, hacía lo mismo que la primera vez, me obligaba a ponérmela. Y en cada ocasión se ponía más brusco y agresivo si no la tenía. Así que por eso no la he desechado, pero las ganas no me faltan.

Me la saco del dedo y observo el océano a través del aro dorado. Es tan insensato cómo una pequeña cosa significa tanto y causa tanto deterioro emocional... Repentinamente, los brazos de Jimin rodean mi cintura y me pega a él mientras me da un suave beso en la mejilla. Luego roza su pequeña nariz varias veces contra ella haciéndome sonreír y olvidar cualquier existencia negativa.

—¿Y eso qué es? —me pregunta tras una corta sesión de mimos, provocando que regrese mi vista a la sortija y se la enseñe.

—Es mi prisión —contesto sincera. Siento cómo Jimin me sujeta más fuerte haciendo que me acurruque en él, logrando que palpe la protección como no lo he hecho en mucho tiempo—, y quisiera botarla —admito.

—No lo hagas aún —me pide—. Sé que es difícil, pero debes seguir usándola si eso impide que te haga más daño.

Jimin sabe todo en cuanto a la situación con Ethan. Incluso antes de conocer sobre su verdadera condición, lo ponía al tanto de mis vivencias para buscar consuelo en lo que pensé que era un hombre producto de mi imaginación.

—No creo poder aguantar mucho más, Jimin. Reconozco que me asusta que cambie de pronto y me haga algo peor de lo que ha hecho —le comento pensando en lo que pasó en nuestra habitación recientemente—. ¿Crees poder apresurar el plan y hacer que esté contigo mucho más pronto?

—¿Te has decidido por quedarte para siempre, mi estrella? —inquiere sorprendido, puesto que antes, debido a la impresión que me causó la verdad, le confesé no estar segura.

Aunque al pensar en Ethan todo sea muy evidente para mí.

—Me has dicho que puedo quedarme al conseguir pasar por el espejo dimensional, solo... debes hallarlo primero —digo con algo de decepción.

Jimin me ha explicado que sus consultores le han abierto la posibilidad de que pueda quedarme con él sin límites de tiempo, y que solamente puede realizarse a través de un espejo dimensional, el cual es complicado de encontrar.

—Tengo a los mejores contratados para esa misión, mi luna preciosa —me dice con su voz dulce—. Quizá sea extraño para ti entender cómo funcionan las modalidades aquí, tomando en cuenta que en tu mundo no son tan libres con los temas esotéricos, pero en mi plano todo es diferente. Ya verás que más pronto que tarde serás mía por completo.

Él se gira para quedar frente a mí y mirarme con tal admiración jamás experimentada, como si fuera un tesoro recién encontrado.

—¿Realmente estás tan enamorado de mí, Jimin? ¿Eres capaz de todo lo que me dices que harías?

La pregunta, en lugar de ofenderlo, llena su expresión de ternura y me mira como si fuera lo más inocente que ha escuchado en su vida.

—¿Cómo no podría estarlo si eres quien me ha hecho conocer la pureza del amor mediante todo tu ser? Eres valiosa, Stell. Mucho más de lo que piensas. —Acuna mi cara entre su mano sin dejar de observarme—. ¿Tú no lo estás de mí?

—Siempre pensé que eras una fantasía, que vivía en quimeras —le digo y él me oye atento—. Pero ahora que tengo claro que no es así, confirmo en mi corazón que estoy locamente enamorada de ti —le aseguro.

Y tras oírme, besa mis manos muy contento, muy ilusionado.

—Cuando tenga el espejo dimensional te contactaré —expresa, seguro de que aquello pasará—. No importa dónde estés, solo debes estar frente a otro espejo, no es relevante si es de naturaleza común, el espejo dimensional hará todo el trabajo. Y para entonces... —Me acerca a él por la cintura— estaré del otro lado para recibirte, mi eterna amada.

Jimin sella el pacto con un trascendente beso que, sutil y lentamente, se va diluyendo en la vía láctea hasta que no queda algo más que una habitación oscura a mi alrededor al vuelver a abrir los ojos.

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22.3.24

Soñaré contigo » p.jm [ Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora