Patrullando las afueras.

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Otros 2 años después...

Toc, toc.

-Van...

Alguien fue a despertar muy temprano a Sarah Miller esa mañana, cosa que no le hacía ninguna gracia. Cosa que todos sabían, cosa que le hacía suponer quién era la que tocaba.

¡Toc, toc!

-¡Dije que van...!

Se levantó, se arregló rápido el pelo y se puso lo primero que encontró.

¡TOC, TOC!

-¡VAN!-gritó, ya algo molesta. Contaba ya con treinta y seis años y empezaba a disgustarle cada vez más el ruido y la insistencia.

Abrió la puerta. Ellie estaba ahí, con mirada burlona.

-¿Tienes idea de qué hora es, pecosa?

-Hora de madrugar aún para las que se fueron de fiesta anoche-dijo Ellie-. Oí que estuvo muy entretenida tu noche, rubia.

Sarah suspiró.

-Escucha, él me besó, ¿de acuerdo?-comenzó a explicar Sarah-. Ya conoces a Jesse, él sólo... 

-Wow, wow, yo estaba hablando de la pelea que tuviste con Annie.

-Ah-Sarah se sonrojó un poco-. Okey...

-Un momento-Ellie entrecerró los ojos, como escaneándola-¿Besaste a Jesse?

-Yo... bueno, yo...

-¿Habiendo tantos hombres en el pueblo tenías que escoger al mejor amigo de mi novia?-preguntó Ellie arqueando una ceja-. Le doblas la edad, asaltacunas.

-Agh. Lo último que necesito después de la escenita con Annie anoche es que vengas a fastidiarme, Ellie.

Ellie se rió.

-¡Estoy jugando!-le pegó suavemente en el hombro-. Me da igual. Apúrate y arréglate.

-¿Para qué?

-¿No te acuerdas? Hoy nos toca patrullar.

-Ah-Sarah había olvidado por completo que los jueves era turno de ella y su grupo-. Sí, claro que lo recuerdo, ya voy para allá.

-Muy bien, te espero-dijo Ellie-. No te preocupes, no le diré a Marlene que te tuve que recordar lo del patrullaje. Pero seguro ella se dará cuente por si sola.

-¿Te importaría irte para que pueda cambiarme?

-¿Qué se siente que tu crush sea mucho más joven que tú?-preguntó la pelirroja sin hacerle caso-¿Y cómo crees que lo haga en...?

-¡Adiós, Ellie!

Sarah le cerró la puerta en las narices y luego soltó un bufido. 

-Los adolescentes son lo peor de este mundo.

Checó su reloj. Eran casi las diez de la mañana.

-Demonios.

Se lavó los dientes, se tomó un café y un pan rápido, se puso una chamarra, se terminó de arreglar el cabello y salió. 

La Navidad ya estaba cerca. La nieve caía del cielo cubriendo todo el pueblo de Jackson, dándole un aspecto muy bonito la verdad, muy acogedor. Lo ideal para la época. En cuestión de unos años, Jackson se había convertido en una comunidad muy próspera, donde sus residentes podían darse el lujo de llevar una vida normal sin tener que preocuparse por los infectados. Además de que no tenían muchos saqueadores con los que lidiar, cada año eran menos. Y Marlene se encargaba personalmente de adiestrar a los que quisieran en tácticas de guerrilla que aprendió en sus días como Luciérnaga para defender el pueblo. Los patrullajes eran una de esas tácticas.

The Last of Us: Parte II (Una historia diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora