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Los días habian pasado y Mínho se había despertado una mañana. Dirigiéndose a la cocina de su departamento pero al llegar solo vio aquella maceta llena de margaritas.

Minho se acercó y se dio cuenta que una se estaba marchitando.

– Perdón por no cuidarte.

Minho habló y solo se dirigió por agua para regarla un poco y solo dejarla en donde estaba.

Minho se dio una ducha y simplemente se cambió algo cómodo para ese día pero aún así debia irse con su grupo todos los días.

Ese mismo día Minho se fue con Felix y Minho solo manejaba el auto y se habían estacionado en un lugar totalmente solitario.

– ¿Entonces solo hay que esperar? - Minho pregunto. -

– Sí.

– No quiero hacer esto Felix.

– El jefe tiene razón, solo eres un inútil y un hombre cobarde. ¿A caso quieres que te maten? - Felix habló con un tono de voz fuerte y más grave brindándole a Minho Ian mirada amenazadora. -

– No pero... - Minho fue interrumpido..-

– ¡Ya cállate y solo espera!

Felix hablo y en eso Mínho solo miro hacia la ventana cuando de repente llegó esa persona.

– ¿Tienen el maldito dinero?

– Más te vale no decir nada, porqué te mataré con mis propias manos si es necesario. - Minho habló dándole aquella maleta al chico de a lado. -

– No diré nada.

El chico habló y solo se fue caminando detrás del auto y reviso aquella maleta dándose cuenta que no había nada, solo eran rocas.

– ¡Hijo de puta!

El chico exclamó dejando la maleta en el suelo y Minho solo acelero hacia atrás terminando por atropellarlo y al momento de frenar se quedó en completo shock.

Había matado a alguien y lo hizo porqué no quería morir, Felix lo apuntaba con un arma.

– Buen chico, ¿Ves como no eres tan cobarde? ¿Qué puedes hacer las cosas, imbécil? Ahora mueve el puto auto para subir su cuerpo.

Minho solo asintió y se movió teniendo sus ojos completamente llorosos.

Ambos chicos se bajaron del auto y vieron el cuerpo.

Minho no puedo evitar llorar al ver aquel cuerpo matado por él mismo.

– ¡Deja de llorar y ayúdame idiota!

Félix hablo y Mínho solo asintió para que ambos metieran el cuerpo a la cajuela y la cerrarán pero Mínho aún seguía con miedo que no dejaba de temblar.

Felix termino por conducir el auto y Mínho se subió y solo miro a al ventana durante todo el camino hacia el bosque, no dejaba de llorar y sentía todo su cuerpo temblar.

El miedo recorrió su cuerpo por completo, ahora todo eso lo convertía en un asesino. ¿Qué se supone que haría ahora?

Cuando llegaron aquel bosque ambos chicos llevaron en cuerpo lejos e hicieron algo que realmente Minho no pudo soportar, así que Felix termino haciéndolo por si solo.

– ¡¿De verdad me dejaras haciendolo yo solo?! ¡Cobarde! ¡Cobarde! - Felix repitió una y otra vez. -

– ¡Ya cállate! ¡Deja de decirme eso! ¡No soy un cobarde!

– ¡Eso crees tú! - Felix hablo riendo. - Solo date cuenta la clase de persona que eres. ¡Das asco!

– ¡Ya te ayudare para que me dejes de una vez por todas en paz! ¡Me cansé de escucharte!

Minho grito y solo tomo uno de los machetes y empezó a ser lo que Felix hacia pero está vez con mucha rabia y solo escuchaba a Felix reír como si estuviera loco.

Minho se desespero tanto que solo fue contra él y lo empujó ambos cayendo contra el piso.

– Deja de reír o te juro que te mataré.

– ¿Ves? No eres tan cobarde como parece. - Félix respondió con una sonrisa en su rostro y solo fue empujado por Minho. -

Minho siguió descuartizando aquel cuerpo junto a Felix y de eso empezaron a meter todo en bolsas de basura para simplemente vayan a tirarlo en uno de esos botes para ocultar toda evidencia.

– Me las pagaras. - Minho hablo mientras contenía lágrimas en sus ojos llenos de rabia. -

– Eso espero, a ver qué tan bueno eres.

Félix respondió y en eso ambos solo se fueron de aquel lugar.

(...)

Al pasar las horas Mínho se encontraba en su departamento y solo estaba en el baño llorando como nunca en su vida había llorado.

Tenía un cuchillo en sus manos pensando realmente si hacerlo o no.

Su vida no tenía ningún sentido alguna y por todo lo que ha hecho creía que él debería de morir, no más personas.

Cuando Mínho estuvo apunto el timbre de su casa habia sido tocado y este solo suspiro fuertemente dejando el cuchillo en el tocador para solo salir y abrir la puerta cuando se asegurará de que se notará que no había llorado.

– ¿Jisung?

– No hemos hablado por varios días, ¿Te encuentras bien?

– Yo... Eso creo.

– Solo quería venir a ver cómo estabas, espero que eso no te moleste.

– Para nada, no me molesta en lo absoluto.

– Entiendo... ¿Y las flores?

– Oh... Bueno, una se marchito, le pedí disculpas por no haberla cuidado lo suficiente.

Minho hablo y en eso ambos chicos solo rieron.

– Por cierto... Te traje comida, ¿Quieres comer conmigo? Mmh, solo compré sushi.

– No tenías porque molestarte.

– No fue ninguna molestia, no queria comer solo, así que se me ocurrió que tal vez querías comer conmigo.

– Umh... Claro, sí, pasa.

Minho respondió y en eso Jisung entro pero Mínho decidió poner todo en lo que Jisung se ofreció a ayudar aquella flor para que no se viera mal en aquella maceta.

Cuando Mínho acabo Jisung se lavo las manos y en eso ambos fueron al comedor y empezaron a comer mientras hablaban de cualquier tema que se les ocurriera. Mientras reian y bromeaban de varías cosas.

Minho sintio cómo si todos sus problemas desaparecieran por un momento. De estar completamente triste y a punto de suicidarse... Parece que Jisung fue su salvación en aquel momento.

Ambos estaban destinados a estar juntos pase lo que les pase, eran dos chicos que tenían una buena conexión desde aquel instante en la que se conocieron.

Dos chicos destinados a enamorarse.

Cuando ambos habían acabado de comer recogieron todo y en eso Jisung estuvo a punto de irse.

– Tal vez nos podamos ver ¿Luego?

– Claro... Eso espero... - Minho respondió
.-

– Bien... Nos vemos.

Jisung respondio con una sonrisa y en eso se retiró y Mínho cerro la puerta con una sonrisa en su rostro.

Minho solo fue nuevamente a su habitación y se acostó en la cama aún pensando en la risa, en aquella voz y en la sonrisa de Jisung. En sus mejillas, en sus lindos ojos y en sus labios...

Mínho solo se puso a pensar en la forma de los labios de Jisung, sus labios de arriba era delgado y el otro era grueso mientras que con Minho era lo contrario.

Minho solo se puso a pensar en como sus labios encajaran a la perfección pero después de eso solo interrumpió sus pensamientos una vez que esté se haya quedado completamente dormido.

(...)

Nueva actualización jiji, espero que es guste este capítulo y no olviden votar ^^

'Cause You Are My SpringDonde viven las historias. Descúbrelo ahora