[JENNA ORTEGA] SHE.

Capítulo 3: Manager.

Esa mañana era igual a todas las demás pero un aire de felicidad le inundaba; se encontraba recostada sobre su cama, mirando el mueble frente a su pequeña cama, admirando sus dos oscars adjunto al enmarcado que tenía en medio de los dos.

Había pasado una semana entera desde aquella gala y aún no creía todo lo qué sucedió: ganó dos oscars, logró conocer a su actriz favorita, logró entablar una pequeña conversación con la misma y lo qué iba a resguardar por toda su vida, un autógrafo y una foto de parte de la misma.

Aquella foto estaba enmarcada en medio de sus trofeos.

Soltó un suspiró y miró el techo. Debía levantarse y arreglarse.

Ese día era importante, sumamente importante ya qué había logrado dar con un casting para una obra de teatro profesional; sí debía ser sincera, cualquier impulso que llegará a sus manos, lo tomaría. La danza era una de sus cualidades y no podía desperdiciar está oportunidad.

Rápidamente tomó una ducha, se cambió y tomó sus cosas sin antes despedirse. Tomó ese marco y miró atentamente esa fotografía: Jenna estaba a su lado con una dulce sonrisa plasmada en su rostro, ella se encontraba a su lado con una nerviosismo tan obvio.

- Deseame suerte - susurró, dejó el marco en su lugar y salió de su departamento.

Se apresuró a tomar el primer autobús que pasó y esperó pacientemente a llegar a la parada correspondiente. Al bajar del vehículo público camino un par de cuadras antes de llegar al estudio de baile dónde tenía su entrevista. Simplemente al entrar vio una enorme fila estaba por sobrepasar la puerta de entrada.

- Ya valió - susurró - disculpa, ¿Cuánto tiempo llevas esperando? - le preguntó a la persona frente a ella.

El hombre la miró de pies a cabeza y fijó su mirada a otro punto de la habitación.

- Estúpido - murmuró y se recargó sobre la pared. Lo que fuera que esperará, esperaba qué valiera la pena.

El tiempo comenzó a correr con lentitud; dos horas y había avanzado menos de un metro. Eso sería largo. Nunca pensó que pasaría su día libre en una fila enorme.

- Disculpa, ¿Eres T/N? - escuchó a su lado.

T/N miró a su lado izquierdo y asintió con la cabeza a la chica pelirroja.

- ¡Eres fantástica! - exclamó - te vi en la ceremonia de los Oscars. Felicidades por esas dos estatuillas - le dijo.

- Gracias, gracias - le dijo.

- ¿Por qué estás aquí? ¿No deberías haber comenzado con alguna producción o algo parecido? - le preguntó.

Eso le encantaría.

- Ganar un oscar no te asegura nuevos proyectos. Por ahora, vengo a ver mi suerte - le contestó.

- Oh... Vaya, qué difícil - dijo.

- Sí, lo es - le contestó.

- Dudo qué esto sea lo único que hagas, tienes talento - le dijo.

T/N asintió con la cabeza.

- ¿Tú porqué estás aquí? - le preguntó.

- Soy la manager de... - no terminó de hablar cuando alguien la interrumpió.

- ¡Kai! - exclamó una chica - dijiste qué buscarías un casting de primera, no está porquería - le reclamó.

- ¿Porquería? - preguntó T/N - ¿Crees qué un casting para una obra de teatro es una porquería? - volvió a preguntar y bufó - ¿Sabes qué está es una gran oportunidad para avanzar en tú carrera? - volvió a preguntar.