∗ ⋅Jessica⋅ ∗
Para ser un secuestro este baño esta mas limpio que el mio.
La enorme mujer esta al otro lado recargada en una puerta que se abre hacía adentro. Su tamaño no es proporcional a su inteligencia, aun que debe ser genial no necesitar pedir ayuda cuando no puedes abrir el bote de mermelada.
Y debe ser la envidia en los gimnasios.
Lo de necesitar hacer pipí no era mentira. Lo de no intentar escapar si. Aún es excitante la idea de Franco rescatándome como una doncella en un castillo, se debe ver guapo montando un caballo blanco, aún que se debe ver mejor si yo lo montar... la realidad es que no voy a ser la carnada de Aron si eso implica que van a lastimar a mi hombre.
—Cariño tengo un pequeño problema.— le susurro a la enorme mujer al otro lado de la puerta.
No recibo respuesta.
—Cariño, de mujer a mujer tengo un problema femenino que empieza con "p" y termina con "eriodo"— insisto.
—¿Estas menstruando?— me pregunta ella con una voz monótona que deja notar cierto tono de incomodidad.
—Dado el desastre qué hay aquí adentro diría que estoy mostruando— bromeo.
Ella no se ríe.
Aburrida.
—Realmente necesito ayuda aquí cariño— suplico intentando sonar miserable.—¿No tendrás algún repuesto en tu bolso o algo así?
Hay un silencio largo, bastante largo, antes de que finalmente pueda escuchar su voz.
—Creo que si.
Aleluya.
Realmente no estoy en mi periodo pero si lo estuviera estaría muy agradecida.
—Saca la mano debajo de la puerta— me ordena.
¿Tiene la toalla con ella?
Lo hago y ella tira de mi con fuerza, entonces siento una esposa de metal cubrir mi muñeca y después escucho otro click. ¡Ató el otro extremo de la esposa a la pata de la puerta!
—Te traeré algo, no hagas nada estúpido— me dice y cuento sus pasos hasta que sale del baño.
Esta es... una posición incomoda. Básicamente estoy arrodillada en un baño publico esposada a la puerta.
Tal vez subestimé su astucia.
Pero ella también subestimó la mía.
Me quito el pasador atorado en mi cabello y con la dificultad de trabajar con una mano logro darle la forma correcta de una ganzúa. Son esposas de policía, puedo verlo por el logo oficial grabado en la muñeca. Debieron haberla robado, afortunadamente he trabajado con ellas antes y se exactamente como abrirlas.
¡Bingo!
No me tomo la molestia de quitar la esposa en mi muñeca así que quedan colgado de mi mano mientras abro el baño.
Debe haber enviado a alguien más para vigilarme pero ese alguien no ha entrado en el baño. Al ser un baño público los lavabos están separados de los inodoros. En él área de los lavabos lamentablemente no hay ventanas pero si hay una ventilación.
Bueno, en las películas eso suele funcionar.
Me subo al lavabo como apoyo para intentar alcanzar la puerta de la ventilación.
Logro quitarla y una rata corre en dirección hacía mi y tengo que reunir toda la fuerza de mi dignidad para no gritar como una loca.
La rata huye ignorando mi presencia.
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Propiedad de la mafia
Humor-No puedes pasar, solo parejas. Casi brinco cuando siento unos brazos firmes envolverme desde atrás y apretar mi cintura. -Esta bien, ella viene conmigo. ─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──── Jessica es una detective privada con un bolsillo lleno de secretos y una gra...