26 de Julio del 2011

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Katsuki observó como Izuku se alejaba de su lado para entrar de nuevo a trabajar. Algunos de sus compañeros se acercaron a él, se veían preocupados, pero Izuku sólo sonrió en respuesta, como siempre, evadiendo sus sentimientos.

Katsuki tomó asiento frente a la cafetería, estaba dispuesto a esperar por Izuku para que juntos pudiesen ir por el pastel de cumpleaños de su hijo.

El tiempo comenzó a pasar y el estómago de Katsuki pronto comenzó a gruñir. El rubio sacó su cartera para encontrarse totalmente quebrado, no tenía nada de dinero para comprarse algo...

Mierda, ¿cómo carajos le ofrecería dinero a Izuku para pagar el pastel?

Se sentía avergonzado y sin más alternativa, guardó su billetera vacía y decidió aguantarse el hambre, sólo hasta que el turno de Izuku finalizará.

Después de unas 2 horas, Katsuki se encontraba con la cabeza recargada sobre la mesa donde había tomado asiento, observando a la nada hasta que un plato se posó delante suyo. Inmediatamente, su olfato captó que se trataba de comida.

Katsuki levantó su cabeza para encontrarse no sólo con Izuku colocándole un plato de comida al frente, sino también con una mirada triste, de lástima y pena.

—Toma, no tiene mayonesa —murmuró Izuku, señalando a Katsuki un emparedado de atún caliente.

Katsuki tragó duro, sus mejillas denotaban vergüenza e Izuku se apresuró a mejorar la situación:

—Tranquilo Bakugo, esta bien. Sólo come, velo como una recompensa por haberme esperado —explicó Izuku.

Katsuki desvió la mirada, no podía ver a Izuku a los ojos.

—Gracias, de verdad —murmuró Katsuki para tomar entre sus manos el empadrado y comenzar a comer.

Al instante sus papilas gustativas reconocieron la comida de su esposo, era delicioso, jamás algo que comía todos los días se le había hecho tan delicioso como en esa ocasión, lo que daría por comer todos los días la comida de Izuku.

—Salgo en dos horas —dijo Izuku para nuevamente alejarse de él y volver al trabajo.

Finalmente Izuku salió del trabajo, Katsuki se apresuró a caminar a su lado y así ambos comenzaron una caminata de regreso a lo que antes era el hogar de Katsuki.

—¿Dónde quieres que compremos el pastel? —preguntó Katsuki.

—Hay una pastelería cerca de nuestra... de mi casa —corrigió Izuku.

—¿En serio? ¿Quieres dinero?

Izuku negó con la cabeza.

—No, yo te hice la invitación así que no sería correcto pedirte dinero.

Alrededor de las 4 de la tarde, ambos entraron a una pequeña pastelería local donde Izuku encargó un pastel de 12 piezas, con fresas, crema y pan de vainilla, además de un conjunto de velas.

—¿Estás seguro Izuku? —preguntó Katsuki mientras Izuku pagaba por el pastel.

—¿De qué? —dijo Izuku.

—De la invitación, ¿estás seguro de querer invitarme?

—¿Por qué no lo estaría?

—Bueno, porque no he sido la mejor persona contigo —musitó Katsuki.

—Creí que venías a ver a Toshi —explicó Izuku—. No a mi.

Katsuki apretó los puños en silencio e Izuku suspiró:

—Escucha Bakugo, tú ya no tienes ningún deber conmigo, sólo con Toshi —Con delicadeza, Izuku le tocó el hombro—. De hecho es bueno que vinieras porque también necesito arreglar los papeles contigo.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2023 ⏰

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