Habían pasado dos semanas desde el incidente en el salón y las cosas con Kook iban como la seda. Y todo debido a que apenas se veían. Después de conseguir hablar por teléfono con su hermana sobre Kook, la tranquilizó y le prometió que el chico no faltaría más a clase. Por supuesto no le comentó nada de lo que había pasado en casa, los dos eran adultos y aunque el castigo se le hubiera ido un poco de las manos, no tenía por qué compartir esos detalles con su hermana ni con nadie. Esperaba que un rayo no le cayera en medio de la cabeza por mal hermano.
También habló con Kook sobre sus faltas de asistencia y después de un tira y afloja de voluntades Jin le ofreció dos alternativas; o continuar como estaba faltando a clase, desperdiciando el tiempo de todos y tener que asumir una serie de consecuencias por ello, o ser más responsable con sus estudios y darse la oportunidad de terminar la carrera a tiempo para hacer con su vida lo que le diera la gana. Sin mucho más problema Kook decidió optar por la segunda opción y se dedicó a estudiar de lleno. Quince días habían pasado y Kook ya había recuperado las horas de clase y llevaba a punto sus estudios. No había tenido más quejas de la universidad.
Jin y Kook apenas se veían. Jin dejaba las tareas que quería que se hicieran en casa apuntadas en una libreta y cuando volvía por la noche estaban tachadas y las cosas en orden. Tanta tranquilidad tenía a Jin con la mosca detrás de la oreja. Cuando se encontraban en la casa Kook hablaba poco y contestaba a Jin con las menos palabras posibles. Para él estaba bien, pero de vez en cuando le remordía un poco la conciencia al pensar que quizá había sido un poco duro con el chico.
Esa mañana incluso Kook había salido antes de casa que él. Mientras se tomaba una taza de café negro muy dulce, se acercó a la encimera y revisó que todas las tareas de la casa estuvieran hechas. Añadió dos más debajo de las que ya estaban tachadas; poner una lavadora de color y limpiar los cristales de las habitaciones. Añadió una nota diciéndole a Kook que tenía comida en la nevera, y después de asegurarse que llevaba las llaves en el bolsillo, salió por la puerta para ir a trabajar.
Cuando Kook llegó a casa tras haber estado estudiando después de clase en la sala de estudio de la universidad para preparar su último examen, lo único que le apetecía hacer era comer algo y dejar descansar un poco sus neuronas viendo algún partido por la televisión. Antes de pasar por la cocina dejó todas sus cosas en su habitación y comprobó que Jin no estuviera en casa. A veces regresaba para recoger algún documento que se le había olvidado o decidía comer en casa y así aprovechaba para cambiarse de ropa y regresar a trabajar unas cuantas horas más.
Jin no estaba y eso era un tremendo alivio, tenía muy pocas ganas de encontrarse con él. Fue a la cocina y se fijó en la libreta de notas de los recados. Vio que Jin había añadido otras dos tareas y que, según él, tenía comida preparada en el frigorífico. Genial. Había pollo asado con verduras y decidió hacerse un sándwich con eso y acompañarlo con una ensalada fresca. Antes de ponerse manos a la obra fue hasta el cesto de la ropa sucia del baño e hizo un montón con la ropa de color. Su madre le había enseñado desde pequeño a ayudar en algunas tareas del hogar, y sabía muy bien cómo manejarse. Puso la lavadora y regresó con hambre a terminar de preparar su comida.
Mientras comía hizo cuentas para los días que le quedaban hasta que llegara su último examen. Había aprovechado bien el tiempo y estaba seguro que las otras pruebas que había realizado tendrían buenos resultados.
En una semana y media terminaría sus exámenes y comenzaría otra nueva etapa en su carrera. Después de haberse enfrentado a Jin y escuchar lo que tenía que decirle, Kook decidió que por una vez tenía razón. No podía confiar en nadie más que en sí mismo para salir adelante y lo primero era terminar sus estudios. Pensando en lo que había hablado con su tutor, terminó de comer y recogió todos sus trastos.
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No te rindas
RandomAdaptación hecha al Jinkook, todos los créditos a su autora original. Las chispas saltan y las emociones están a flor de piel entre el joven solitario y el exmarine sin complejos. Ambos tendrán que aprender a convivir y entenderse para ver las cosas...