Confusión total

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I

"Es una locura"

Me repetía a mí misma.

Hace seis meses comencé a trabajar en Ecomoda. Lo cierto es que me gané mi puesto gracias a mi fidelidad con don Armando. Esto último molestaba profundamente a su prometida, quien no perdía la oportunidad para denigrarme. Ya que según ella, "colaboraba con actividades de celestina". Pero ella no entiendía que realmente no me quedaba de otra más que obedecer a mi jefe.

Me detestaba, eso me lo dejó claro en más de una ocasión. Es una mujer muy dura. Y sin embargo, no sé cómo, parece que me enamoré de ella. O bueno, no lo sé. No estoy segura al respecto. Debo estar equivocada.

Es una locura lo que estoy diciendo, lo entiendo. Pero no puedo negar que doña Marcela es muy atractiva y además, se comportaba distinto con el resto de personas. Parecía tener corazón, aunque conmigo no lo demostraba.

Y tal vez crean que la estoy justificando, y puede ser. No obstante, hay cosas que todavía no he contado.

Hace precisamente dos meses, tuve una decepción fuerte con respecto a una salida con otra persona. No quiero entrar en detalles. La cuestión es que me fui al baño a llorar, y para mi mala suerte en ese momento, doña Marcela entró y me vio en ese estado...

Creí que iba a tirarme un comentario despreciable o ignorarme al menos. Pero no, todo lo contrario. Se acercó a mí, me preguntó "¿Qué le pasa, Beatriz?" en un tono dulce. Para luego colocar su mano en mi hombro en señal de apoyo.

Me sorprendí, pero con lo mal que me encontraba, no lo pensé mucho y le conté. Increíblemente, se quedó a escucharme y fue tan linda.

Honestamente no sé el porqué de ese cambio, quizás al fin sintió empatía hacia mí, no sé. Lo cierto es que desde aquel día, ya no me mira con desagrado, al contrario, creo que ahora nos llevamos bien. Y a consecuencia de ello, me empezó a interesar más. Aunque, cabe aclarar, tampoco puedo considerarme una amiga ni nada, sencillamente, la guerra que existía entre ambas, se esfumó por completo.

Sinceramente, tengo miedo de que se dé cuenta de lo que siento. En un par de ocasiones fui a su oficina sólo con la excusa perfecta para verla. Sé que es imposible que me quiera, con suerte me ve como una colega. Eso duele, aún así, sigo aquí. Sufriendo cuando la veo besándose con don Armando.

II

Ocurrió algo muy extraño.

Resulta que nos habíamos quedado trabajando hasta tarde con don Armando y don Mario. Los tres estabamos estresados, así que me invitaron a salir con ellos.

Todo iba relativamente normal, hasta que el doctor Calderón nos dejó a solas. Don Armando, estando borracho, declaró estar celoso de Nicolás (aunque le aclaré varias veces que es mi amigo) sin embargo, eso no fue lo más sorprendente. Lo más irreal fue que mi propio jefe, Armando Mendoza me dio un beso.

Por supuesto que salí completamente en shock de ese lugar. Aún así entiendo que quizás el doctor sólo estaba pasado de tragos. No obstante, no sé qué sentir al respecto. Es un desastre.

Me besó el prometido de doña Marcela, ¿eso en qué me convierte a mí? Y lo peor del caso es que no me disgustó. ¿Qué me está sucediendo? No, no puedo meterme con él, le haría daño a doña Marcela. Ella no merece esto.

Una historia distinta (Marcetty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora