Los días transcurrieron, y el plan se puso en marcha, o eso parecía.
La cuestión era armar una exposición de la gestión de Armando y Mario en la próxima junta directiva. Sin embargo, había un pequeño problema llamado "Daniel Valencia". Hasta la propia Marcela temía lo que podría hacer su hermano con su querida empresa cuando se entere que ni siquiera puede vender sus acciones. Y sí, es verdad que una empresa tiene el objetivo de ser rentable si no se desploma. Eso te lo diría cualquier economista. Pero para la Valencia, Ecomoda no era sólo un emprendimiento más sometido a un ranking de las sociedades comerciales más prestigiosas. Era su vida y, sobre todo, el patrimonio de su padre. Lo más preciado que le quedaba.
No obstante, entendía que ese era un riesgo que correr. Y, pese a todo, sentía que en el fondo Roberto pensaría lo mismo. Por ende, es cuestión de actuar. Sólo faltaba un mes.
Estas últimas semanas con Betty, habían sido bonitas. A su manera, por supuesto, puesto que entre toda la maraña que conllevaba realizar dicho plan, surgió una amistad. Marcela no podía negar que sentía cierta curiosidad por ella. Le provocaba un sentimiento extraño que la tenía confundida. Con el tiempo, es como si se hubiera quitado la venda de los ojos y lograra ver frente suyo una mujer inteligente, divertida y ¿linda?. Ok, ya estaba entrando en locura, a lo mejor la falta de sueño la estaba afectando. Aunque bueno, esa vez que la llevó a su casa, se quedó pensando.
La cuestión es que no hubo mayores encuentros en los últimos días. Exceptuando el día de hoy.
Por alguna extraña razón, charlando en la oficina de Marcela, surgió el tema de su matrimonio. La de lentes, curiosa, preguntó qué pensaba hacer con él.
-Lo siento, es algo muy personal como para que se lo haya preguntado. -se disculpó nerviosa.
-No, no se preocupe. De todos modos ya ni hay secretos entre usted y yo. -hizo una pausa.- Verá... Lo he estado pensando y, creo que no puedo casarme con Armando luego de todo esto.
-Pero, doña Marcela... Usted sabe que todo esto fue un juego que intentaron hacer conmigo. No era real. Él le pertenece.
-No, Beatriz. -se levantó de su asiento y observó la ventana- Sea verdad o no, lo que hizo Armando no tiene justificación. Y no se olvide el tema de las modelitos. -dijo ahora sí mirándola. Y... Yo no puedo casarme con alguien así.
Tras decir eso, Beatriz sintió cómo su alma regresó a su cuerpo. Cosa que se notó, pues, aunque de forma milimétrica, sonrió. No obstante, otra pregunta salió de su cabeza.
-¿Ya no lo ama? -dijo con algo de miedo a la respuesta.
-Vaya. -respondió sorprendida.- Ya veo el porqué es miembro del cuartel. -sonrió irónicamente.
-Pedone, es curiosidad mía. Si no quiere decirme está bien. Quiero que sepa que no sería capaz de-
Marcela hizo un ademán con su mano para que parara.
-Lo sé, bromeaba. Y sabe... Creo que no, ya no lo amo. Si le soy honesta, ni siquiera estoy segura de si alguna vez lo hice realmente. -Contestó con cierta duda. -y peor ahora. Porque, creo... que me estoy fijando en otra persona. -respondió viéndola a los ojos.
-Oh, vaya. -dijo Betty sorprendida. -Este, me alegro que pueda seguir adelante Doña Marcela. Usted se lo merece, en verdad.
Betty se dirigió a la puerta, tras escuchar que Marcela estaba interesada en alguien más, su corazón se partió en pedazos.
-Beatriz, ¿por qué se va tan temprano?
-Es que doña Marcela, olvidé que hice mal unos cálculos del balance original. Pero ya lo corrijo... Nos vemos luego, ¿sí?
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Una historia distinta (Marcetty)
FanficEsta historia toma sucesos de la serie de una forma no tan precisa. Y a su vez, los personajes actuarán un tanto diferente. Espero que les guste.