CAPITULO 9

327 30 3
                                    

-Tsunade aun esta curando a los heridos graves de la guerra y Shizune no tiene la capacidad de curar heridas mortales como las de Naruto-comento Katahi, una de las Anbu que acompañaba a Sakura.

Sakura y Kisune, la otra Anbu, entraron a la carpa y active mi sharingan como precaución, tan solo un golpe o un rose bastaba para causar un gran daño gracias a su jutsu medico y no podía darme ese lujo ahora que no tenia mis poderes al cien.

-No tiene autocontrol cuando esta cerca de Sasuke, es un arma letal, no es que lo prefiera a él pero ahora junto a Naruto son los únicos que pueden acabar con Kabuto e Obito, no podemos correr el riesgo de que lo hiera de alguna forma.

Mire a Sai con incredulidad.

-No creo que pueda tocarme.

-Te clavo un bisturí en el corazón y casi te mata-

-Tenia la guardia baja.

Puso lo ojos en blanco.

-No se repetira- aseguré.

-Haremos turnos para vigilarla-

En cuanto termino de asignar los turnos me di cuenta que no me había incluido.

-Dame un turno a mi- exigi.

Todos en la carpa me miraron dudosos.

-No puedes- respondió sin mirarme.

Iba a contestarle pero Temari inicio a acercarse a mi lentamente hasta llegar a centímetros de mi rostro.

-Si te ataca, ¿Estas seguro de poder pararla? ¿O matarla?-

-No estaría matando a Sakura. Solo a un experimento de Kabuto.

El silencio se hizo pesante. Sai no tuvo otra que aceptar mi petición metiéndome por ultimo.

Di una mirada rápida a Neji y salí de la tienda.

En cuanto llegue casi al limite del campamento pude sentir el chakra del Hyuga acercándose.

-A mas tardar mañana al anochecer, debemos de aprovechar que aún siguen construyendo el adarve.

-Lo sé pero como ya te dije, no me moveré hasta que Naruto este despierto. En cuanto lo haga seré yo mismo a buscarte.

-.-

-Pensé que te habrías retractado- se burlo Sai al verme entrar a la tienda.

Lo ignore sentándome en una de las bancas frente a la cama donde dormía la pelirosa.

Espere a que se fuera pero en vez de eso se sentó en un banco en una esquina, al parecer no tenia confianza en dejarnos a solas.

Me miro una ultima vez antes de sacar su cuaderno de dibujo e iniciar a trazar en ellos.

Desvíe mi mirada hacia la pelirosa, la observe por unos minutos cuando me di cuenta que no estaba durmiendo en realidad.

Una media sonrisa se formo en mi rostro mientras jugueteaba con mis antebrazos donde estaban los sellos para invocar mis armas, tenia que estar preparado, como sé que no escondía otro bisturí bajo la manta.

-Ya he visto esa mirada-

Su voz hizo que me estremeciera, no era como antes, venenosa, ahora parecía confundida.

-¿Que mirada?-

-Estas decidiendo si quieres matarme o no-

-Jamas he querido matarte.

-Pero lo haz intentado ¿No?

No respondi.

-Lo sabia.

-No es cómo crees.

-Entonces dime, por que no te entiendo- retiro la pequeña manta sentándose.

Su movimiento alerto a Sai quien la miraba fijamente.

- Dijiste que me torturaron porque amas, pero si es así, entonces ¿porque intentarías matarme? No tiene sentido.

Mire a Sai pero este volvió a concentrarse en su cuaderno.

-Asesinaste a mis padres-

Me gire sorprendido de que pensara algo así pero no la culpo por hacerlo, después de todo no sabíamos exactamente hasta dónde había cambiado Kabuto los recuerdos de ella.

-No - intervino Sai sin dejar de hacer lo que hacia-Fue kabuto cuando te capturo.

Sakura se giro hacia él y luego de nuevo a mí.

-Lo siento- parecía frustrada- Es que  no puedo distinguir entre lo que es cierto o no - se llevo las manos a la cabeza e inicio a jalar de los cabellos con frustración.

-Pregunta - sugirió Sai.

-¿A quién? -

-A nosotros. Somos tus amigos- él se digno a mirarme- Al menos yo sí.

Sakura se acomodó mejor en la cama y fijo su mirada en mí. No estaba tan cómodo teniendo a Sai en la carpa a punto de escuchar cosas referentes a nuestro pasado pero dado que ella no confiaba en mi tenia que aceptarlo.

-Tu comida favorita son las bolas de arroz y tomates ¿Es cierto?

Pegunta simple, asentí.

-El tuyo es es el anko recubiertos con jarabe, el umeboshi y el anmitsu; mientras que lo que te desagradan son los picantes.

Ella abrió los ojos sorprendida para finalmente sonreír algo extrañada.

-Si- trago con dificultad bajando la mirada-Gracias por la información.

Algo se removió dentro de mí. La manera en como se acomodo su cabello, su mirada mas blanda, los golpeteos de sus dedos con el borde de esa cama improvisada, todo inicio a tirar de mi hacia ella.

-Tus pasatiempos favoritos son los juegos de trivia, eres inteligente, analítica y perseverante, odias dormir directamente sobre el pasto así que debes meter siempre una manta debajo de ti, te gustan todo lo que sea dulce, tienes un cuarzo azul en tu portashuriken de la pierna izquierda que piensas que te protegerá siempre, le haces dos nudos a tu banda, tu momento favorito del día es el atardecer y...-

Sus vista se fijo en mí a cada palabra que decía, me detuve solamente al ver dolor en estos.

El nudo en mi garganta se hacia mas grande y amargo al saber que la única razón por la cual le estaba haciendo recordar estas cosas era porque había sido lo suficientemente descuidado para dejar saber a mis enemigos cual era mi punto débil y ahora gracias a mi Sakura no solo no recordaba ninguno de los momentos que pasamos juntos cuando fuimos Genin si no que sus recuerdos habían sido manipulados por Kabuto y cambiados por Kami sabe que cosa. No recordaba las noches después de los exámenes chunin cuando escapaba de casa solo para verme entrenar por horas al tanto de que la marca de maldición no se activara, no recordaba todas la cenas que compartimos juntos en el bosque, nuestro primer beso, o como cuando le conté sobre mi clan, sobre mi padre, sobre Itachi ni mucho menos las veces en que me escucha llorar cuando hablaba de mi madre. No recordaba absolutamente nada.

-Tienes razón. No puedo hacerlo- vi tristeza en la mirada de Sai al salir de la tienda.

Lo único que quería era alejarme de ella, odiaba como siempre me hacia sentir, incluso ahora... vulnerable.

SIGUE RESPIRANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora