CAPITULO 15

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Advertencia: Este capitulo contiene Lemon (escena subidas de tono), se recomiendo discreción .

-Y vivieron felices para siempre- susurre cerrando el libro.- A dormir pequeño.

Me acerque besando su frente.

-Mamá, ¿Existen realmente los finales felices en la vida real?

Itachi no era el típico niño de su edad, tenía la mente muy despierta y la mayoría de veces se daba cuenta de las cosas que sucedían a su alrededor, a pesar de tener solo cuatro años.

-Eso depende de ti- él frunció el ceño confundido haciéndome recordar a su padre.

Acaricie su mejilla pasando mi pulgar por su frente y sonreí.

-Tesoro, en esta vida a veces no va como uno quiere, pero eso no quiere decir que esta mal o sea un final triste si no que es así como debe ser- acaricie sus cabellos azabache- No siempre tomamos las decisiones correctas pero siempre puedes aprender de ellas- envolvió mi mano con sus pequeños dedos y los llevó hasta su pecho-Y cuando llegas al final, ganes o pierdas, dependerá de ti si es un final feliz o no-

Me acerque besando su frente.

-A dormir pequeño-él asintió.

-Dame un abrazo-me pidió.

Se alzó un poco y lo tome entre mis brazos, aún era muy pequeño, me tomó por sorpresa cuando enredó sus piernas en mi cintura.

-Tú no quieres dormir ¿cierto?-negó.

Reí iniciando a mecerlo, se aferró a mí y acomodó su cabeza en mi hombro.

-¡PAPÁ!-

Me gire viendo a mi esposo apoyado en el umbral de la puerta.

-Bienvenido- le sonreí.

Se acercó lentamente depositando un beso en la frente de Itachi y luego uno en mi labios.

-Termine antes la misión-inició a masajear mis hombros.

-Cierto niño aún no quiere ir a la cama- mire a Itachi que hacía un puchero.

Escuché la puerta de la casa abrirse y cerrarse.

-Acaba de llegar la princesa de la casa- hable en voz alta.

-Mamá, ya tengo dieciocho años, ya no soy una niña- se quejó entrando en la habitación.

Me dio un beso en la frente, despeinó a Itachi y abrazó a su padre.

Sasuke tomó a Itachi de mis brazos alegando que quería ser él quien lo metiera a la cama, se lo concedi ya que tenía que hablar con Sarada.

Los dejé solos dirigiéndome a la habitación de mi hija que se terminaba de poner el pijama.

-¿Cuál es el problema?-pregunté entrando y cerrando la puerta detrás de mí.

-Papá no me deja estar ni un minuto con Boruto, es tan protector- bufó molesta- Ya soy bastante grande para tener novio.

Boruto era el novio de Sarada y discípulo de Sasuke, un gran shinobi, claro, este tenía sangre Uzumaki y Hyuga, pero muy aparte de eso, era un buen muchacho, alegre, sincero y despistado como Naruto, pero sobre todo hacia muy feliz a mi hija.

-Hablaré con tu padre-

-No hablen tan alto, que necesito dormir para mi misión de mañana-

Mi mejillas se calentaron de improviso.

-¡SARADA!- chille desviando la mirada de mi hija.

-Dieciocho años, recuerdas, dieciocho años-

Me gire rápidamente saliendo de su habitación.

SIGUE RESPIRANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora