CAPITULO 13

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Abrí los ojos lentamente con pesadez, a lo lejos me parecía de escuchar las olas del mar chocando contra las piedras, intente moverme pero algo no me lo permita.

Mis manos estaban atadas.

-En cuanto estes lo suficientemente consciente iniciaras a curarme antes de que aparezca Sasuke, no le tomara mucho tiempo con el rinnegan.

Lo mire de reojo intentando sentarme mejor, una punzada de dolor en la espalda me hizo recordar lo que paso.

-Estoy seguro que debe estar poniendo de cabeza a las aldeas buscándote.

-No soy tan importante para él cómo crees - susurre estirando mis dedos que iniciaban a adormecerse.

Él me miro extrañado.

Se posiciono delante de mi poniéndose a mi altura, de improviso me tomo de la nuca con brusquedad acercándome a centímetros de su rostro como si me inspeccionara.

-Debo decir que el bastardo de Kabuto hizo muy bien su trabajo-

Sonrió de medio lado y yo entorné mi mirada.

-Llego la hora- de un tirón me alzo con él.

Iniciamos a caminar cueva adentro, esta se hacia más grande en la medida que entrábamos.

Llegamos hasta una especie de habitación donde habían muchísimos instrumentos quirúrgicos.

-¿Qué es este lugar?- pregunté observando cada detalle.

Me ignoro iniciando a quitarse la capa ensangrentada junto a la camiseta azul, dejando a la vista su torso, parte de este era de la misma composición de los zetsus blancos mientras que la otra mitad no y fue justo en esa en donde vi la herida.

-¿Que te hace creer que te ayudare a recuperarte? Eres un enemigo de las cinco grandes naciones.

Soltó una maldición.

-Sabia que no me la harías fácil-

Se acerco lentamente como un depredador con su presa, su mirada era fiera, retrocedí por autorreflejo hasta chocar con la pared detrás de mí.

-No tengo tiempo que perder- me tomó del mento obligándome a mirarlo.

El sharingan se reflejo en sus ojos. Genjutsu.

-Obedeceme. Curame la herida- ordenó soltándome.

Parpadeé confusa. El genjutsu no estaba haciendo efecto en mí ¿Como era posible?

Él se giro hacia mi extrañado, alcé mis manos atadas hacia él y me corto las cuerdas, por el momento era mejor que piense que me controlaba mientras buscaba una manera de escapar o matarlo.

Obito se recosto en la cama e inicie a revisarlo.

Tenia una herida profunda en el abdomen, imagino provocada por la katana de Sasuke. La herida era muy grave, estaba segura que solo un medico como Tsunade o yo podíamos sanarlo.

-Curame-

Me observaba atentamente lo cual me ponía nerviosa, si daba una paso en falso me descubriría y me mataría en unos segundos.

Lo mejor era actuar de una vez. Active el chakra curativo pero un poco mas agresivo, casi el mismo que utilice con Sasuke la vez en que casi lo mato, haría lo mismo con él.

Puse mis manos en su estomago cuando derrepente sentí mi espalda contra una de las paredes de esa cueva, fue un golpe seco.

Su mirada era estupefacta, su sharingan seguía activado, lo vi fruncir el ceño cuando intento de nuevo ponerme bajo su genjutsu.

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