¿𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞́ 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐧 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨? [KOOKGI]

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El sonido de la lluvia es lo que se llegaba a escuchar, mitras la luz de los truenos iluminaba la calle, los días lluviosos habían llegado antes de lo imprevisto, pero eso no le importaba a Jungkook el cuál seguía columpiandose en aquél columpio no dándole importancia que le daría un resfriado, lo único que agradecía era que la lluvia podía ocultar sus lágrimas y podía pensar o mejor dicho recordar. Sus amigos últimamente habían estado preocupados por el, pegados a el tratando de mostrarle que las cosas no podrían ser tan malas, sin embargo no era así.

—Vaya creo que la vida no va bien ¿Verdad Jeon?

Su rostro se tenso al escuchar esa voz, pero se suavizó para soltar un suspiro y encogerse de hombros dándole poca importancia al chico que portaba una sombrilla enfrente de el.

—¿Solo eso?....¿Dónde quedó tu actitud de niño macho?

Otro encogimiento de hombros fue lo que recibió, probocando que hiciera una mueca, soltó un suspiro para notar como la cabeza de Jungkook estaba mojada al igual que su ropa y por primera vez se había sentido mal, nunca vio a Jungkook tan mal desdé que su amistad se había terminado. Mordió ligeramente su labio inferior estaba indeciso, tomo un poco de aire para acercarse a Jeon.

La lluvia había dejado mojar su cuerpo, sacándolo de su trance para mirar a la persona obteniendo una sonrisa por parte del que alguna vez, fue su mejor amigo.

—No es justo que te enfermes, así como voy a pelear contigo ¿He? …. Además sabes tengo antojo de un chocolate caliente con malvaviscos se que es tu favorito, así que vamos.

Soltó una risa para ayudar a Jungkook a levantarse de aquel columpio, cubriendo a ambos con aquel sombrilla, Jungkook no se quejó no se negó no hizo nada simplemente se dejó llevar por Park.

El calor que desbordada el cuarto donde estaban era el mejor para Park pero no para Jungkook el cuál seguía callado mirando la taza donde había una generosa cantidad de malvaviscos con chocolate. Sus ojos estaban cristalinos dentro de 3 semanas sería la boda ya estaba anunciada, los invitados ya habían confirmado y el…el se sentía tan miserable, de pronto su mirada se poso en la mano que dejaba pequeñas caricias en su mejilla.