Capítulo 2

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02

La hora de salida había llegado.

Los hermanos y el mejor amigo de Namjoon, fueron caminando hasta el salón de Seok Jin, claro que Soobin llevaba una cara terrible; apretando los labios con tanta fuerza que esa zona comenzaba a volverse de un color pálido y una mirada a la que cualquiera le temería, y es su inútil intento de esconder su expresión facial Yoongi volteó a verlo rodando los ojos antes de seguir con la vista al frente.

El pelinegro entró al aula de su novio, dejando a Soobin en un ambiente lo suficientemente tenso con Yoongi como para que el oxígeno le comenzara a faltar.

Ninguno de los dos habló y solo se miraban mutuamente con aire de superioridad, una pequeña batalla en la que estaba claro quién ganaría. Porque Min Yoongi le guardaba más rencor a Soobin que Soobin a él.

—Soobin, escucha con atención —comenzó Min mirando al menor con tanta frialdad que Soobin temió que su cuerpo se paralizara de pronto, el tono de voz de Min era algo amenazante.

Tenía que aprovechar la oportunidad para advertirle que no le podía hacer nada a Seok Jin. Esa no era la manera correcta y lo sabía, pero no podía evitarlo, sentía un rechazo particular a la presencia de ese rubio que parecía ser un inocente y bello ángel, uno que se estaba desviando de su camino.

¿La razón del resentimiento de Min? No podía controlarse como quería al recordar que fue ese joven de cara angelical el que lo jodió un poco más cuando una situación fuerte con su pareja había ocurrido, y con un poco, me refiero a demasiado.

Yoongi nunca fue una persona que pensara dos veces antes de actuar y ese era su mayor defecto, el mismo que lo llevaba a un callejón oscuro sin salida donde se daba cuenta demasiado tarde de sus malas acciones, donde se sentía indefenso y eso solo provocaba enojo dentro suyo, el mismo que le consumía de a poco en poco.

—Sabes disimular muy bien con Namjoon, pero conmigo no, y sé perfectamente que no te agrada Jin por su autismo y mucho menos te agrada porque se lleva la total atención de tu "hermano" —uso un tono burlesco e hizo comillas con sus dedos— la mayor parte del tiempo. Así que toma esto como advertencia, no te atrevas a hacerle algo porque él no tiene ninguna culpa de que tú lo detestes y no te ha hecho nada para que te justifiques —habló el de cabello ligeramente azul debido al tinte que usaba.

No quería que Soobin le hiciera alguna clase de daño a Seok Jin, ya que lo veía como su hermanito pequeño y al verlo de ese modo, jamás permitiría que lo lastimaran, aunque eso le costara caro.

Soobin se quedó callado por unos segundos, analizando lo que Yoongi le había dicho y bueno, tenía razón. Sin embargo, eso no significaba que le contestaría con lago hiriente.

—Métete en tus propios asuntos, no lo sé, embriágate hasta casi vomitar como siempre lo haces. Además, no puedes decir nada. ¿Será que al señor protección ya se olvidó que golpeaba a su novio injustamente cuando él lo único que buscaba era ayudarlo? —Min bajó la mirada, abatido, podía contra cualquier cosa menos con ese tema—. Eso era lo único que podía esperar de un idiota como tú. De seguro te parezco malo y una persona asquerosa, pero recordemos que no soy el único aquí y por lo menos mis errores no han sido tan grandes como los tuyos, por lo menos —recalcó— yo tengo un poco de cabeza para actuar, maldito impulsivo.

Yoongi quería responder, pero sintió como si su voz le hubiese sido arrebatada.

—¿Me darías permiso? Obstruyes mi visión hacia algo que es mucho más interesante que tu insignificante vida —se refería a un árbol seco a pesar de la primavera—. Te apuesto lo que quieras a que ese árbol de por allá tiene mucha más empatía que tú. Y mira, ¡qué sorpresa! -alzó las cejas y tan rápido como ese gesto llegó se desvaneció-. El árbol está muerto.

Moon || NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora