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La boda se realizaría en la playa. Si le preguntaban a él, le parecía demasiado cliché, pero Prim había opinado que era romántico y su futuro esposo no quiso contradecir esa opinión.

Dado que su mejor amiga comenzaba a padecer la crisis existencial de querer que su boda fuera perfecta, también preferiría no decirle nada. Ya cuando se diera cuenta de que hasta la comida tenía arena ya estaría casada y podría decirle, con orgullo, que se lo había dicho.

Ver a Prim vestida con su elegante vestido de novia, recordó el día de su boda. Los nervios que había sentido, todo lo que había padecido... y ahora estaba ahí divorciado y fingiendo que nada de eso le había afectado, que le era indiferente.

Primi le tocó el hombro con suavidad. Podía notar en su mirada que sabía lo que estaba pasando por su mente.

-Vamos, Gunnie, yo soy la que debería de estar nerviosa -le dijo con suavidad. Él sonrió con suavidad.

-Llevas tanto con Dew que esto es meramente formal ahora que serán padres -mencionó con cierta diversión. Prim se escandalizó.

-¡Eso es secreto! -bajó la voz, verificando que nadie hubiera escuchado esa información.

Dado que los padres de Prim eran demasiado conservadores, no habían estado de acuerdo que viviera en unión libre, menos cuando no parecían tener intención de casarse. Pero después de la noticia de que serían padres, decidieron que era momento de dar el siguiente paso. A ellos no les importaba, pero no querían que más adelante su hijo o hija, fuera víctima de habladurías, comenzando, principalmente, por los padres de Prim.

-Nadie está aquí, la ceremonia ya va a comenzar así que todos deben de estar esperando por tu aparición. -Le tranquilizó, prim respiró profundamente antes de mirarle con afecto. Sabía por su mirada lo que trataba de decirle. Lamentaba tanto que estuviera ahí, sin nadie que lo acompañará.

Sí bien había llegado con su hermano, al cuál había tenido que arrastrar hasta ahí para no llegar solo, sabía a qué se refería prim. Un par de años antes habría llegado con quien una vez fué su esposo.

Desvío la mirada, se separó de prim y camino a la puerta.

-Vamos, no queremos que la novia de pierda el día de su boda -prim se acomodó el vestido por última vez y tras sonreír ampliamente camino fuera de la habitación.

Miró con cierto desdén el plato de pastel que tenía frente a él. Luke lo miró un segundo antes de robarle el plato, no le importaba, no le gustaba lo dulce. Y no era realmente el pastel lo que le había estado molestando. En cuanto término la ceremonia y la recepción comenzó y lo vió.

En algún momento pensó que no asistiría, no recordaba haber recibido su aceptación a la boda. Puede que prim lo haya echo y evitó decirle para que no se negara a ir.

Lo peor del caso es que iba con esa... aquella mujer que había causado su separación. Pero era obvio, por ella se habían divorciado. Sólo había que mirarla para saber que era la mejor opción, era guapa, bastante delicada, con una voz fina y siempre estaba calmada, aunque su timidez llegaba a exasperar, era el prototipo de esposa perfecta. Lo cual él nunca pudo ser.

-Ya deja de mirarlo, lo vas a desgastar -escuchó a su hermano hablar. Lo miró ofendido, como si le hubiera salido un tercer ojo o algo por el estilo y tan sólo estar a su lado fuera lo más desagradable que le había sucedido-. No me mires así, de no ser porque siempre fué despistado hasta Off se hubiera dado cuenta de que lo estas viendo... y que ya asesinaste a su acompañante de la forma más dolorosa que puedes concebir.

Gun desvío la mirada y chasqueo la lengua.

-No sé de qué hablas.

Luke sólo sonrió y quiso meter en el mismo hoyo tanto a su hermano como a Davikah.

Luke sólo sonrió y quiso meter en el mismo hoyo tanto a su hermano como a Davikah

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La recepción terminó cuando los novios se fueron. Él aún estaba ahí, no supo cuando se acercó a la barra y comenzó a pedir trago tras trago. Tal vez fué cuando su hermano se alejó de ahí con una mujer que no conocía, tal vez era amiga de Prim, pero no tenía idea. O tal vez fué cuando off se acercó a Davikah y la besó.

No podía saberlo con exactitud, ¡pero claro que eso había sido un beso! Lo peor es que no podía molestarse. Llevan dos años separados, Jumpol podía estar con quien quiera, lo sabía, pero eso no lo hacía menos doloroso.

-¿Le sirvo otra cosa? -El cantinero acercó a él, otra vez, siempre con una sonrisa. Gun sólo levantó su copa vacía y el joven le sirvió otro trago de lo mismo que habían estado bebiendo.

Atthaphan no era buen bebedor, se emborrachaba con facilidad y dejaba que sus emociones salieran a flote. Al no ser consciente de lo que hacía, siempre terminaba metiéndose en problemas. Es por eso que, cuando el cantinero le ofreció otro trago más, y él se negó, se levantó tambaleante y camino dando traspiés.

Nunca sabría qué pasaba por su mente en esos momentos, o tal vez sí, ya que se había decidido que iría a ver a off y le diría hasta de qué se iba a morir y a donde se podía ir Davika. Ella y su estúpida delantera.

Fué cuando tropezó con una de las sillas que cayó al suelo y comenzó a reír, una carcajada sin sentido que poco a poco desapareció, dando paso a un ligero llanto. No podía detenerse, no sabía cuántas veces había sucedido y lo único que pasaba por su mente era el querer desahogar todo lo que cargaba, todo ese dolor que había callado durante esos dos años. Le dolía saber que off estaba tan bien, todo lo contrario a él que estaba destrozado.

Algunas personas que estaban todavía ahí se acercaron curiosos. Lo mejor de las bodas no sólo era la celebración, sinó poder llevarse alguna que otra anécdota y Atthaphan se las estaba dando. Nada como el padrino borracho y llorando en el suelo. Y no sólo eso, sino de quién se trataba.

A gun no le importaba, cuanta humillación había sufrido ese día. Y tampoco es que fuera la primera vez que se embriagaba, la diferencia era que estaba rodeado de personas dadas al chisme. Mañana seguramente sería el hazme reír de todos, lo más probable es que llegue hasta los oídos de Prim.

Perfecto, la boda de prim y el día en que hizo el mayor ridículo de su vida.

Simplemente perfecto.

Después de que le pasó el llanto se sintió tan cansado, pero no quería dormir ahí. Ni despertar en algún lugar extraño. Buscó en su bolsillo su teléfono móvil, debía llamar a alguien para que le ayudará a llegar a su habitación. No tenía muchos amigos, pero sí conocidos y sabía que podía confiar en ellos, al menos para eso.

Marco un número, sin siquiera checar si se equivocaba o no, porque no había necesidad. Se lo sabía de memoria. Un tono, dos... ni siquiera sonó un tercero, sabía que ya le habían respondido.

-Ven por mí -dijo, con la boca pastosa y las palabras arrastradas. No espero respuesta y colgó.

 No espero respuesta y colgó

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Pau🤍

Cenizas quedan...•Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora