Dos meses.
Continuar con su libro no era para nada sencillo, menos cuando tenía que levantarse a buscar algún refrigerio a cada momento. Le fastidiaba tener antojos tontos, pues ya había tenido que surtirse de algunos dulces, los que le parecían menos dañinos claro está, sin tanto contenido de azúcar y que eran recomendados exclusivamente por su médico. Aún no se le notaba el embarazo, de momento tan solo sufría cansancio y los antojos, pero le era incomodo pensarlo.
Había hablado con Prim un par de veces a la semana, más por insistencia de ella, pues no le parecía que estuviera solo en su departamento en ese estado, le había sugerido irse con su hermano o con ella, inclusive regresar con sus padres, pero gun se había negado, estaba cómodo ahí, por lo mismo había prometido atender sus llamadas cada que ella quisiera hablar con él, para dejarla mas tranquila.
También había hablado el tema de off y aún no estaba dispuesto a decirle, en realidad esperaba no tener la necesidad de hacerlo, y si todo salía bien, no habría necesidad alguna de hacerlo en el futuro.
Inclusive su relación con su editor, Sing, había mejorado un poco, pues ya no eran tan formales para el trabajo y le gustaba ese extraño sentido del humor que tenía, aunque siempre le había desesperado su pereza. Por lo que fuera, también le estaba apoyando con lo de su embarazo, al menos dándole algunos de los tips que recordaba, pues su esposa había tenido a su primer hijo hace algunos años y aunque ella ya quería otro, Sing no cedía aún.
Con su familia no había hablado, pues ni siquiera sabía cómo abordar el tema. El que tenía la sospecha era Luke, pues era a quién más veía y claramente podía notar los cambios en él, como que estaba comiendo dulces cuando los detestaba. Ni qué decir de los contados envases de MAMA OK que había encontrado en su cocina. Sí, sin duda ya lo sospechaba, pero no había dicho nada al respecto, solo esperando a que gun estuviera listo para decirle él mismo.
Por su parte su hermano terminó por confesar que salía con alguien, pero no le diría nada hasta que él le contara su secreto. Por supuesto, ya se veía venir aquella condición de su parte, después de todo su hermano era calculador en muchos aspectos.
Dejó de intentar escribir después de haber avanzado solo un par de hojas, ahora pensaba que estaba alargando eso más de lo necesario y no encontraba el momento correcto para dar ese giro argumental que su historia necesitaba, pues estaba siendo tan lineal que le desesperaba hasta a él, pero por más que escribía no veía la oportunidad de hacerlo.
Un suspiro de frustración escapó de sus labios mientras tomaba las llaves de su auto, saldría, aprovechando que no era demasiado tarde, y quizás, solo quizás, compraría algo para satisfacer ese antojo que tenía de algún postre, pero no estaba del todo seguro, de cualquier forma necesitaba salir. Su mejor opción era ir a una librería y conseguir algo para leer, que le despejarse la mente…
Entró en dos librerías diferentes antes de encontrar un libro que llamó su atención, y no porque fuera extraño de conseguir, de hecho era demasiado común, sinó más bien por su contenido. Cuentos para niños. Recordaba que su mamá mencionaba que de pequeños les leía esa clase de cuentos, aún cuando se encontraban en su vientre. Con el embarazo de Luke se había obsesionado en realizar todas esas clase de actividades para que su hijo fuera un genio, con gun solo repitió las que creyó que le sirvieron a su primogénito. Eso le hizo sonreír, cuando Luke quería molestarle le recordaba que era más listo que él.
Ah, esos complejos que tuvo con su hermano… recordaba esa debilidad que sintió ante su hermano, el sentirse inferior… pero claro, quién le había hecho ver que era más de lo que él mismo se sentía ya no estaba ahí. Como un movimiento inconsciente, llevó su mano a su vientre que aún no se notaba abultado, para acariciarlo, pensando en cuanto desearía que tuviera a una persona como off en su vida, pues aquel idiota podía ser muy atolondrado, pero sin duda era alguien que desprendía demasiada luz.
Salió de sus cavilaciones cuando notó que se había quedado fantaseando más de lo que se permitía a sí mismo.
Terminó comprando una guía de paternidad y aquel libro de cuentos. Hasta ese momento, no se había sentido tan emocionado con la idea de tener un bebé.
Tarareando una canción de cuna se acercó hasta su automóvil. Pensaba en que no necesitaba de jumpol como él creía, es decir, justo en él estaba creciendo su razón para vivir, ¿qué más necesitaba? Nada, pues desde un comienzo había podido sobrevivir por sí mismo y podría seguir haciéndolo, ahora más que nunca.
Subió a su auto y se dirigió a casa, salir de esas cuatro paredes le había ayudado a centrarse y también ya sabía cómo continuar su libro.
Pau🤍
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Cenizas quedan...•Off-Gun•
FanfictionDespués de su divorcio, el escritor Atthaphan Phunsawat, entra en una espiral de depresión que sólo podía ser llenada a base de trabajo. Preocupada por él, su mejor amiga, Prim, decide que es momento de que salga de ese agujero convirtiendo a gun e...