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Ya que prim no podía conducir, él mismo la llevaría a casa. Dew la había llevado y se encontraron en una cafetería para no levantar sospechas, pero de regreso no había necesidad de eso. Ambos iban en silencio, aguantando el clima caluroso de ese día.

Como desearía seguir aún dormido.

Prim se notaba que iba algo incomoda, según le había dicho era por su vientre, el bebé apretaba sus órganos y le hacían cansarse e ir más de una vez al sanitario en una hora. Suspiró, un tanto aterrado de que él mismo tendría que lidiar con eso. A pesar de que bien podría practicarse un aborto, la idea no le era para nada atractiva. En realidad le asustaba eso mucho más que tener un bebé.

El bebé al menos sería algo de ellos dos... vaya consuelo se daba a sí mismo.

Estando frente la casa de Prim, lugar que había mandado a construir Dew y le daba un aire demasiado exótico para el área residencial en el que vivían, pero a su amiga no parecía importarle en absoluto. Él no habría aceptado algo así... ahí iba, una vez más a pensar en que por eso ahora estaba solo.

-Off... -dijo, resignado antes de que su amiga se quitara el cinturón de seguridad.

-¿Off? -preguntó intrigada y sorprendida, pues gun evitaba lo más que pudiera hacer mención de ese nombre.

-Sí... Off es el padre, prim -la cara de su amiga no tenía precio, pero no sabía si era solo por sorpresa o indignación-. Me emborraché en tu boda y al parecer le marqué para que fuera por mí. No recuerdo nada de esa noche, solo que desperté con él a un lado. Quise olvidarme de todo eso, tomé los anticonceptivos, pero...obviamente no funcionaron.

Sonaba a excusa barata, porque realmente lo era. No se había sentido bien consigo mismo y de hecho había buscado ignorar a off lo más que pudiera, pues inclusive lo había ido a buscar en un par de ocasiones, solo bastó con decirle que salía con alguien más, pidiendo ayuda a Sing, su editor, para que off dejase de insistir. No habían más llamadas, no había ido a buscarlo ninguna otra vez y aunque en realidad le dolía era lo mejor para los dos.

-Por eso no habías querido decir quién es el padre... -prim se calmó a sí misma, al parecer había estado poniendo en práctica todos los ejercicios de relajación que había aprendido, por qué lo más probable fuera que ya lo estaría gritando. Lo mejor era no alterarse, por su bebé.

-Sí. No sé qué haré... -confesó. Provocando que prim le viera con pena.

-Será mejor que hables con él de todo esto, gunnie, seguro entenderá y tiene que hacerse responsable, aunque no quieras que sepa, es tu ex esposo y tienen muchos amigos en común, ¿qué harás cuando te vea? ¿Decirle que es de Sing? -mierda, el estúpido había hablado con ella-. Sí, me contó -dijo después de que le mirara algo abochornado-. No pienso juzgarte, porque él también se equivocó, pero los secretos no son para siempre y en algún momento saldrá a la luz.

Miró por la ventana, vió como Dew se acercaba al auto, seguramente a ayudar a su esposa a bajar para que no se esforzara demasiado o no tropezara.

-Piensa bien las cosas, gun, quizás sea la oportunidad que has estado buscando para recuperarlo. No seas tan orgulloso. Te quiero mucho y lo único que quiero es que seas feliz y sabes que pueden ser ahora sí una familia , otro día te muestro mis ecografías.

Y Dew abrió la puerta, ayudando a su esposa, para después besarle con delicadeza. Mentiría si dijera que no le daba envidia esa escena.

-¡Hola, gunnie! Gracias por cuidad a prim, otro día nos vemos -sonrío, le guiñó un ojo y alzó su pulgar con ánimo.

-Nos vemos, Dew. Hasta pronto Prim-solo le respondió con un asentimiento de cabeza y dió marcha al auto después de que Dew cerrara la puerta.

Aún tenía mucho por pensar.

Cenizas quedan...•Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora