Final.

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-- Hola Izuku-kun.

-- Hola Midoriya-kun.

-- Buenos días.

Personas que conocía como personas que no lo saludaban con amabilidad y el les regresaba con amabilidad el saludo, a algunos con cortesía, a otros con el mismo entusiasmo. Su caminata era lenta, disfrutaba de la mañana, no había prisa, pues sabía que aún iba con tiempo de sobra. Su maestra, ex psicóloga era realmente muy flexible con los horarios (por no decir que ella era la que llegaba tarde).

-- ¡Ey, Izuku! -- Detrás de él lo alcanzo su mejor amiga, quien sin dudarlo se le trepo por la espalda. -- ¡Buenos días!

-- Algún día me matarás de un susto. -- Puso su mano en su pecho, sintiendo sus propios latidos.

-- Cuando eso pase que divertido será ver la cara de los policías y dar mi declaración de: "si, yo lo mate por un susto a su pobre corazón de pollo" -- Dijo esto último con voz sería tipo de robot, provocando que Midoriya se cubriera la cara de la vergüenza y Uraraka solo se riera de la imagen mental. 

La castaña se bajo de la espalda del chico y comenzó a caminar a su lado, hablando de cosas triviales del fin de semana y de algún otra, sin notar que más adelante — su salón — estaba rodeado de más alumnos no solo de su aula sino de otras, haciendo así una bolita muy llamativa. No fue hasta que la castaña choco con uno de los alumnos de otra aula que se percataron de esto.

-- ¡Auch, mi nariz! -- Se sobo dicha zona para alzar la cabeza. --¡Tu, esté no es tu salón, vete a chingar a otro lado chismoso!

-- Uraraka... -- Murmuro el pecoso intentando que no se iniciara un pleito, pero ya era tarde.

-- ¡¿Eh?! ¿Y tu quien te crees que eres para decirme donde estar?

-- La alumna de este salón, así que más te vale que sepas como utilizar esas piernas. -- Hablo una voz femenina detrás de ambos jóvenes, una voz que se había vuelto muy popular entre los candidatos a ser héroes.

Los chicos voltearon y los que no eran del aula (los chismosos) se fueron a sus respectivos salones, mientras que los demás solo se quedaban pacientes esperando a ver que pasaba.

-- Ok... Pasen chisme ¿De qué me perdí? -- Y la pelinegra en seguida se acomodó en su escritorio viendo aún en pequeño circulo que había entre una parejita que aún no se dejaba notar.

-- Hay maestra, si llegará temprano ya sabría. -- hablo el de Quirk eléctrico. 

-- Es que me quede dormida y me pase de estación. Aún no estoy acostumbrada a llegar tan temprano o más bien, a tener trabajo. -- Se recostó en su escritorio, sin querer quejarse nuevamente de lo mismo. 

-- ¿Y si nos deja la hora libre? -- Pregunto el enano del salón.

-- No, Aizawa ya me regaño. Dice que los mimo demasiado. -- "Eso y no pienso usar el traje de gatita nuevamente".  Suspiro, intentando mostrar su lado más maduro, el cual, claramente no poseía en esos momentos. -- Bueno, terminen lo que sea que están a punto de hacer, yo también quiero ver.

-- Esperé, los novios todavía no están listos y le dijimos a Uraraka que distrajera más a Midoriya-kun pero al parecer se le olvido el plan.

-- Esperen ¿Era hoy? -- Sacó su celular para ver su calendario y corroborar la fecha. -- Oh, si era hoy.

-- ¡Maldita hongo y te lo repetí toda la puta semana! -- Grito un cenizo el cual aún no se dejaba ver, pues era tapado por las chicas del salón.

-- En mi defensa... No tengo defensa, pero ya lo arreglo. -- Miro a la maestra. -- Maestra ¿Podemos-

Filofobia.  [TodoBakuDeku].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora