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NARRA JIMIN

Han pasado horas desde que Jungkook me tiene aquí, mis lagrimas han seguido saliendo. Mis muñecas duelen mucho por intentar desamarrarlas.

Escucho uno fuerte golpe viendo a Jungkook  bajar por las escaleras.

-Jiminieeee  -no, no, no. Por favor esta vez no, esta borracho -mi pequeño travieso.

Camina dando algunos tropezones hasta estar en frente de mí. Su respiración se acelera dándole otro sorbo a la botella de alcohol que tiene en su mano, cuando ve que está vacía lo arroja sobre mis piernas.

-Ahhh -suelto un grito, sintiendo como la sangre empieza a resbalar por mis piernas.

-¡Eres un puto zorro! -toma un pedazo de vidrio roto del suelo para cortar las sogas- me hiciste perder mi droga ¡Mi droga! -caigo boca abajo al piso.

Se sube encima de mi espalda. Suelto otro grito al sentir como el vidrio pasa por mi espalda cortando mi piel.

-Jungkook me duele-sin embargo, el no para.

Arroja el vidrio hacia la esquina de la habitación, lo veo completamente de sangre. Pese a esto, el monstruo empieza a destrozar mi ropa interior, quedando ahora completamente desnudo.

Me voltea provocando que otra vez grite, ya que mi piel cortada toca el suelo.

-Quiero que grites mi nombre mientras hacemos el amor-mira mis pechos con sus chupetones, pienso que va a tener piedad de mí, pero no lo hace y empezar a morderme.

Es brusco, muy brusco. Intento alejarlo, pero mis manos siguen amarradas.

-Suéltame por favor-pido.

-¡CALLATE! —sus golpes hacia mi rostro empiezan a llegar, en mi mejilla izquierda, luego la derecha. Me destruía el rostro, no podía hablar, me dolía todo.

Estaba a punto de caer en la oscuridad, pero no fue así. Cuando escuche la cremallera de su pantalón me alarme, quise retroceder, pero mi espalda me ardía, me estaba desangrando.

-De-dejam-me.

-¡Cállate puto! -su suciedad entro en mi en una sola estocada, comenzando suave, pero a través del tiempo se volvía más rápido. Sus dedos se encajaban en mi cintura-¡Grita mi nombre!

Al ver que no lo hacía, salió de mí. Pensé que me dejaría, pero otra vez fui un tonto. Regresaba con el martillo, no, otra vez no.

-Pro-prometiste no golpe-pearme con eso-le recuerdo con mucho miedo.

-¡Si no aprendes con mis golpes lo harás con esto! -el martillo empezó a estrellarse en mi yeso amortiguando un poco su golpe, pero no duro mucho. Otra vez empezaba a destruirse.

Destruía mi cuerpo, mi rostro, mi espalda, mi ano y ahora mi tobillo. Gritaba y gritaba, pero Jungkook no se detenía.

-Po-por favor-volví a rogar, pero no lo hizo, siguió golpeándome hasta que pude alcanzar la oscuridad.







Ya es año nuevo amor- Jungkook volvía otra vez, con un balde.

Yo apenas podía mantener mis ojos abiertos, pero el monstruo ayudo en eso. Me echo encima todo el contenido de ese balde, hielo.

Me tomo entre sus brazos. Saliendo del sótano hasta llegar al sofá de la sala, el me mantuvo en su regazo mientras que mis lagrimas por el dolor de mi espalda no paraban.

-Amor estas sangrando demasiado-dice tocando mi espalda. Ya no podía más, y solté lo que tenia guardado todo este tiempo.

-Te odio Jungkook, te odio. Nunca te voy a amar, yo no soy nada- sollozo  -eres un monstruo, te odio y te temo. Pero nunca te voy a amar.

Sus ojos eran furia, pero nada me importaba, solo sentí mi cuerpo caer en el suelo. Mientras que el monstruo me jalaba desde mis pies hasta salir.

-Te diré algo Jimin -empecé a tocar la nieve, haciendo que el frio penetre mi cuerpo. Yo te salve de las calles, si yo no hubiera aparecido seguirías trabajando en esa sucia cafetería.

Voltea mi cuerpo viendo cómo se quitaba su pantalón dejando ver su erección, no podía creer que luego de todo esto quería seguir violándome.

-Y ahora haremos el amor bajo la nieve-se lanzó encima de mí, volviendo a penetrarme.

Mientras que yo solo seguía mirando el cielo, algunas luces de color. Todas las personas afuera estarán celebrando esta fecha, pero yo, para mi era un día mas de tortura. Ni siquiera sabía si sobreviviría, tal vez no.

Tal vez esta vez si consiga lo que tanto he anhelado. Mi libertad.

Jungkook se vino en mí, provocando un ardor horrible. Se levanto y se coloco de nuevo su pantalón.

-Ahora te quedaras aquí, por puto. ¡Puto! -jala de mi brazo hasta que caigo cerca del hielo, me deja ahí para empezar a caminar hasta entrar a la casa cerrando la puerta y dejándome aquí tirado, mandando la blanca nieve de rojo.

-Yoongi ven aquí - volvió a repetir, el solo asintió y regresó a sentarse a mi lado -¿Te gustan los sándwiches?

-Si Jiminie, muchas gracias -me responde el pequeño con una sonrisa -¿Donde están mamá y papá?

-Ellos... están trabajando- miento -, vamos termina para entrar al mar.

-Espero que nunca vuelvan -acarició su mejilla -te quiero mucho hermano.

-Yo también te quiero mucho hermanito hermanito - lo abrazo besando su cabello rubio - Mi Yoon, te amo.

El era el Yoon  de mis sueños, el era de quien tanto me reclamaba Jungkook. Tengo un hermano, no quiero irme dejándolo. Intento levantarme, pero no puedo, el frio no me lo permiten.

Me levanto, pero no logro mantenerme de pie, caigo de espalda, pero no espere que esto suceda. El hielo se rompió provocando que este se rompa y el agua helada aparezca.

Trato de nadar para salir, pero no puedo, no mi Yoon  tengo que salir por él. Pero no lo logro, quiero vivir por él, tengo que hacerlo.

El aire comienza a faltarme, el agua entra por mi organismo, cierro los ojos viendo otra vez a mi pequeño rubio a mi Yoon.

Trato de nadar para salir, pero no puedo, no mi Yoon tengo que salir por él. Pero no lo logro, quiero vivir por él, tengo que hacerlo.

Pero luego de tanto sufrimiento, después de tantos años de abusos y violaciones puede alcanzar mi deseo. Pude ser libre, pude conseguir MI LIBERTAD.

SEÑOR :'c

MI LIBERTAD ┆km ඞɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora