En un mundo de lucha y disciplina no hay cabida para la impulsividad o la rebeldía...es por eso que cuando me vi inmersa en una base militar a cientos de kilómetros de mi país pensé que dicho mundo se había vuelto loco. Sin saber, que la verdadera l...
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Mi estancia en el hospital no fue muy larga. Duró alrededor de tres días. Tres días que Letty se pidió en la base y los gastó en el hospital conmigo en todo momento.
La verdad me había ganado el cielo con esa chica.
En el complejo me había recibido Mike, tal como pasó en mi primer día en este lugar.
El General quería hablar conmigo, dijo que me esperaba en su despacho en lo que me acomodaba de nuevo, pero preferí ir directamente con él.
A pesar de que me insistió un par de veces más con que me tomara con más calma la situación sinceramente no le escuché. Cada momento que pasaba era un momento más donde mi madre estaba en peligro. ¿Descansar? ¿Cómo iba siquiera a hacerlo? Ya estar en el hospital me había costado horrores como para seguir aquí postrada en una maldita cama.
No, era hora de actuar.
Ya en su despacho, cerró la puerta y me miro con esos ojos azules tan herméticos como siempre.
—Me tomé la molestia de llamar yo a España.
"Toma hostia" pensé.
Me imaginaba muchas cosas, pero Mike hablando con mi gente no lo contemplaba, además mucho menos de mi última conversa con mi padre, la cual claramente fue escuchada y aún no sabía si en su totalidad.
Las dudas de si habrían hablado algo más me inundaban la cabeza de una ya conocida incertidumbre.
—Javier...está con tus abuelos en Andalucía, dijo que tu sabrías dónde.
Javier es mi padre. Al menos el saber que había hecho lo que le había pedido y que estaban bien me daba cierto respiro.
—¿hablaste con alguien más? — inquirí, intentando no sobrepensar en mi padre y Mike hablando. Y mucho menos en el hecho de que lo había llamado por su nombre.
—Sí, y hay una pista. Gracias a los datos proporcionados por tu contacto y los que hemos... recopilado nosotros aquí tenemos a los posibles responsables.
Esa noticia me aceleró el pulso. Había oportunidades.
—Los que perpetuaron el secuestro pertenecen a una Organización criminal que opera principalmente en Colombia. Tienen de nombre CAIN, aunque también son conocidos como el Cartel de los Andes, debido a sus zonas de actuación más predominantes y su origen.
Mike parecía pensativo en como decirme las cosas, supongo que valorando que decirme y que no. Eso no me gustaba. Lo que menos necesitaba era que me escondieran más cosas.
—Sofía, tu madre, tuvo contacto con ellos en su adolescencia. Se crio con varias personas que a día de hoy sabemos que lo más seguro es que pertenezcan a dicha organización. A pesar de que nunca obró con ellos, si la conocían, como conocían a todos los de la zona en aquellos tiempos. Supongo que eso no es nuevo para ti.
