SU CIUDAD DE CRISTAL > Xingyun

18. Lo que valgo

Habían pasado algunas semanas desde el primer beso de ambos protagonistas y aunque ambos pensaban seguir con sus vidas como normalmente lo hacían, no paso desapercibido el cambio entre ambos.

Se sentaban juntos mas seguido, especialmente en la cafetería, eran pegajosos y extrañamente, no habían discutido aún. Su conversación estaba bien hasta que al mas pequeño se le ocurrió una idea para formalizar su no-relación.

– Tienes que conocer a mis padres. – Chongyun se hubiese atragantado de no ser porque en realidad, no sentía miedo de ello, pero sabía que estaría nervioso.

– ¿Eso no se hace cuando las personas ya son pareja? – Cuestiono el mayor, el menor rodo sus ojos.

– No es la gran cosa, mi familia te aceptara y lo sabes... – Conoce a Chongyun y su familia, estaba convencido de que se llevarían de maravilla, su único problema es su hermano.

El mayor asintió y suspiro dejándose llevar.

– Esta bien, si quieres puede ser esta semana. – Sugirió, el menor asintió con una sonrisa en su rostro que contagio a Chongyun de inmediato.

– Que sea hoy mismo, les avisare. – Dijo con emoción levantándose de su asiento y tomando sus cosas para retirarse.

– ¿Ya te vas? – Se quejo Xinyan que acababa de llegar.

– Si, lo siento. – Se disculpo y despidió a la chica con un abrazo rápido. – Adiós lindo. – Despidió al chico contrario con un beso en la mejilla para por fin alejarse de la mesa.

– No tiene vergüenza, ya te besa delante de todos. – Se burlo Xinyan del chico, este rio.

– Me gusta así.

– Lo sé, ya no quiero ni imaginarme de las cosas que hablan.

– En realidad no es la gran cosa, solo quiere que conozca a su familia hoy. – La chica se atraganto con el agua que acababa de tomar.

– ¿¡No es la gran cosa!? – Casi grito cuando pudo librarse de la toz. – Es un paso importante, quien sabe si en una semana o menos ese chico te está pidiendo matrimonio.

– Dios que exagerada, además tu cuando conociste a Xiangling el primer día si se casaron y yo no te dije nada, porque yo no soy criticón como otras... – Juzgo, la chica hizo una mueca exagerada de ofensa.

– Bueno perdón, de todas formas, estoy feliz por ti amigo. – Admitió golpeando levemente su hombro.

– Uy, ¿Eso por qué?

– Creo que ya te conozco desde que tengo memoria y nunca te vi tan concentrado en lo que a ti te gustaba, cuando Xingqiu empezó a gustarte, me emocione porque tendrías tu primer amor, la primera persona que probablemente te haga sentir maripositas en ese estomago vacío. – Chongyun rio.

– Ve al punto, cuando te pones sentimental lloras. – Se burlo ganándose otro golpe en el hombro más fuerte, el chico soltó un quejido de dolor.

– La cosa es que, Xingqiu fue capaz de cambiar algo muy fuerte en ti y sinceramente, aunque digas que Yuna es tu única razón de vivir y felicidad, jamás te había visto tan feliz como lo estas siendo con Xingqiu. – Suspiro. – Así que, por favor, se feliz Chongyun, no por Yuna o Xingqiu, se feliz por ti, porque sonríes muy lindo cuando sabes que estas satisfecho con lo que tienes.

Chongyun sonrió ante sus palabras y la abrazo casi de inmediato.

No importaba cuantas personas se fueron de su vida o cuantos amigos pasajeros tuvo, Xinyan siempre estuvo ahí en cada uno de esos momentos y jamás valoro eso lo suficiente por pensar que la uncia persona que lo necesitaba era Yuna, pero ya no es así, desde hoy hará las cosas bien con ella, le demostrara lo agradecido que esta con ella, lo feliz que le hace haberla encontrado y que sea su mejor amiga. Estaba feliz de que Xinyan sea la correcta en su vida.

Esa noche, cuando se miraba al espejo mientras se arreglaba un poco el cabello para ir a la casa de su no-novio, pensó algo.

Xingqiu no tenia problemas en organizar una cena especialmente para que el conozca a su familia, sabía que ellos estarían ahí sentados esperando a conocer al futuro chico de su hijo.

Sin embargo si el organizara una cena incluso solo entre ellos, sus padres siquiera se tomarían el tiempo de escucharlo, nunca lo hacen.

Eso le molestaba, ya que sabia que sus padres jamás se interesarían en conocer una persona tan hermosa como lo es Xingqiu, apenas conocían a sus propios hijos.

Y le molestaba que incluso cuando Chongyun hizo todo por ellos, su pensamiento de que es la responsabilidad del chico siempre los detiene a cuestionarse si sus hijos realmente necesitan la ayuda y presencia de sus padres.

Esa noche la cena salió mejor de lo que pensaban, convivieron perfectamente y Chongyun tomo confianza minutos después al ver lo abierta que era la familia de Xingqiu. De vez en cuando sintió una mirada pesada de parte del hermano del menor, sin embargo, al darse cuenta de sus gustos tan similares, se llevaron bastante bien.

Chongyun estaba incluso más cómodo con ellos que con sus propios padres, incluso le agradecieron por ser tan maravillosa persona, por siempre estar atento de su hijo y cuidar de él, por gastar su tiempo investigando sobre las diabetes para cuidar de manera correcta a Xingqiu.

Que su madre está orgullosa de ambos, porque sus corazones eran tan grandes y brillantes que si los juntábamos no encajaban, se unían, se fusionaban y se convertían en uno.

Chongyun quería llorar.

Porque una familia en una noche le dijo todo lo que necesitaba oír, ese tiempo que estuvo a solas con la madre de Xingqiu en aquella cocina, le dijo todo lo que su madre no pudo, y estaba agradecido.

Y se dio cuenta que todo este tiempo nunca se trato de sus padres, el es el protagonista de su vida, el siempre supo lo que quiso y siempre supo a quién quiere cuidar.

Increíblemente sabia, que sus padres no merecían a Yuna como hija, no lo merecían a él.

Estaba convencido de que Xingqiu cambio su perspectiva de la vida, y todo lo que sabe ahora es gracias a él, realmente, no podía esperar a pedirle si podía ser su novio.

Chongyun no vivía por Yuna, no vivía por Xingqiu o por Xinyan, él vivía para él, y quiere que se quede así.

No solo prometía darles todo de el a sus tres almas gemelas, también prometía darse el mundo a él, prometía valorarse y prometía que no iba a permitir minimizarse por nadie, sabia lo que valía, sabía lo que quería, y estaba seguro que desde ese momento, lo haría todo correctamente.